domingo, 13 de noviembre de 2016

CRIMEN Y CASTIGO. CONCLUSIÓN . EL VIRUS DEL DICTADOR

CRIMEN Y CASTIGO
Unas cuantas horas de lectura placentera.
 He recorrido calles, edificios, puentes, jardines de San Petersburgo del siglo XIX, he conocido personajes de la época, que también pueden ser de hoy;  personas buenas y entregadas al prójimo, gente amigable y simpática, individuos corroídos por el vicio, madres y hermanas que dan la vida por los suyos, algún iluminado, algún trepador, almas generosas y almas pobres y mezquinas.
En fin, leer a Dostoyevsky es vivir la historia que él te cuenta.

El núcleo de “Crimen y Castigo” es el estudio del alma humana, enfocando principalmente al individuo que cree que la verdad absoluta le pertenece y ve a los demás como seres inferiores; causa enormes e irreparables sufrimientos, crea en la gente odios y rencores seculares. Son ellos quienes deciden quién debe vivir o morir;  si en la persecución de sus fines muere alguien que no estaba previsto, tampoco sienten remordimiento,porque...  son “daños colaterales”: Lisbeth, ¡pobre Lisbeth, tan buena, tan humana, tan humilde, tan sensible!, estaba en el lugar equivocado.

Crimen y Castigo está escrita en el año 1866, cuarenta y ocho años antes de la primera guerra mundial, cincuenta y un años antes de la revolución rusa y setenta y tres antes de la segunda guerra mundial… Si todo el mundo hubiera leído a Dostoyevsky, los iluminados de turno, esos “hombres extraordinarios llamados a dirigir la humanidad” ¿hubieran tenido suficiente apoyo para llevar a la tumba a tantos millones de seres humanos?
A Casandra la escucharon, no la creyeron y Troya fue derrotada, a Dostoyevsky no le escucharon, y seguimos sin escucharle.


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 NOTAS             

JUSTIFICACIÓN DEL CRIMEN 
...En el artículo que comentamos se divide a los hombres en dos clases: seres ordinarios y seres extraordinarios.
Los ordinarios han de vivir en la obediencia y no tienen derecho a faltar  a  las  leyes,  por  el  simple  hecho de ser ordinarios. En cambio, los individuos extraordinarios están autorizados a cometer toda clase de crímenes y a violar todas las leyes, sin más razón que la de ser extraordinarios.
....Lo que yo insinué fue tan sólo que el hombre extraordinario tiene el derecho..., no el derecho legal, naturalmente, sino el derecho moral..., de permitir a su conciencia franquear ciertos obstáculos en el caso de que así lo exija la realización de sus ideas, tal vez beneficiosas para toda la humanidad...
…ese derecho moral a derramar sangre que tú concedes con plena conciencia y excusas con tanto fanatismo... Me parece que ésta es la idea principal de tu artículo la autorización moral a matar..., la cual, por cierto, me parece mucho más terrible que la autorización oficial y legal.
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([1]Raskalnikof) -¿Mi crimen? ¿Qué crimen? -exclamó el joven en un repentino acceso de furor-. ¿El de haber matado a un gusano venenoso, a una vieja usurera que hacía daño a todo el mundo, a un vampiro que chupaba la sangre a los necesitados? Un crimen así basta para borrar cuarenta pecados. No creo haber cometido ningún crimen y no trato de expiarlo. ¿Por qué me han de gritar por todas partes: « ¡Has cometido un crimen!»? Ahora que me he decidido a afrontar este vano deshonor me doy cuenta de lo absurdo de mi proceder. Sólo por cobardía y por debilidad voy a dar este paso...,(entregarse a la justicia) o tal vez por el interés de que me habló Porfirio[2].
-Pero ¿qué dices, Rodia? -exclamó Dunia[3], consternada-. Has derramado sangre.
-Sangre..., sangre... -exclamó el joven con creciente vehemencia-. Todo el mundo la ha derramado. La sangre ha corrido siempre en oleadas sobre la tierra. Los hombres que la vierten como el agua obtienen un puesto en el Capitolio y el título de bienhechores de la humanidad. Analiza un poco las cosas antes de juzgarlas. Yo deseaba el bien de la humanidad, y centenares de miles de buenas acciones habrían compensado ampliamente esta única necedad, mejor dicho, esta torpeza, pues la idea no era tan necia como ahora parece. Cuando fracasan, incluso los mejores proyectos parecen estúpidos. Yo pretendía solamente obtener la independencia, asegurar mis primeros pasos en la vida. Después lo habría reparado todo con buenas acciones de gran alcance. Pero fracasé desde el primer momento, y por eso me consideran un miserable. Si hubiese triunfado, me habrían tejido coronas; en cambio, ahora creen que sólo sirvo para que me echen a los perros.
-Pero ¿qué dices, Rodia?
-Me someto a la ética, pero no comprendo en modo alguno por qué es más glorioso bombardear una ciudad sitiada que asesinar a alguien a hachazos. El respeto a la ética es el primer signo de impotencia. Jamás he estado tan convencido de ello como ahora. No puedo comprender, y cada vez lo comprendo menos, cuál es mi crimen.
EL VIRUS DEL DICTADOR O LA VISIÓN DE RASKOLNIKOK
Al recobrar la salud (Raskolnikof)  se acordó de las visiones que había tenido durante el delirio de la fiebre.
Creyó ver el mundo entero asolado por una epidemia espantosa y sin precedentes, que se había declarado en el fondo de Asia y se había abatido sobre Europa. Todos habían de perecer, excepto algunos elegidos. Triquinas microscópicas de una especie desconocida se introducían en el organismo humano.
Pero estos corpúsculos eran espíritus dotados de inteligencia y de voluntad. Las personas afectadas perdían la razón al punto. Sin embargo -cosa extraña-, jamás los hombres se habían creído tan inteligentes, tan seguros de estar en posesión de la verdad; nunca habían demostrado tal confianza en la infalibilidad de sus juicios, de sus teorías científicas, de sus principios morales. Aldeas, ciudades, naciones enteras se contaminaban y perdían el juicio. De todos se apoderaba una mortal desazón y todos se sentían incapaces de comprenderse unos a otros. Cada uno creía ser el único poseedor de la verdad y miraban con piadoso desdén a sus semejantes. Todos, al contemplar a sus semejantes, se golpeaban el pecho, se retorcían las manos, lloraban... No se ponían de acuerdo sobre las sanciones que había que imponer, sobre el bien y el mal, sobre a quién había que condenar y a quién absolver. Se reunían y formaban enormes ejércitos para lanzarse unos contra otros, pero, apenas llegaban al campo de batalla, las tropas se dividían, se rompían las formaciones y los hombres se estrangulaban y devoraban unos a otros.
En las ciudades, las trompetas resonaban durante todo el día. Todos los hombres eran llamados a las armas, pero ¿por quién y para qué? Nadie podía decirlo y el pánico se extendía por todas partes. Se abandonaban los oficios más sencillos, pues cada trabajador proponía sus ideas, sus reformas, y no era posible entenderse. Nadie trabajaba la tierra. Aquí y allá, los hombres formaban grupos y se comprometían a no disolverse, pero poco después olvidaban su compromiso y empezaban a acusarse entre sí, a contender, a matarse.

Los incendios y el hambre se extendían por toda la tierra. Los hombres y las cosas desaparecían. La epidemia seguía extendiéndose, devastando. En todo el mundo sólo tenían que salvarse algunos elegidos, unos cuantos hombres puros, destinados a formar una nueva raza humana, a renovar y purificar la vida humana. Pero nadie había visto a estos hombres, nadie había oído sus palabras, ni siquiera el sonido de su voz…

(Sin embargo...)




[1] Joven estudiante asesino
[2] Juez instructor
[3] Hermana de Raskolnikof, Rodia, en familia
                                                                                    IR AL ÍNDICE


viernes, 11 de noviembre de 2016

CRIMEN Y CASTIGO - 6ª Y ÚLTIMA PARTE

CRIMEN Y CASTIGO




Llega el suspense a su parte más elevada y con él, el desenlace emocionante, inteligente y lógico.
Si durante horas el lector vive angustiado ante el dolor de los inocentes, causado por la ignorancia, el vicio, el egoismo y la soberbia, llega la parte final; un final de esperanza, de conocimiento y de sacrificio para lograr una nueva vida más auténtica y por lo tanto más firme y reconfortante.
Alguien dijo que leyendo a Dostoyevsky ya no apetece leer a nadie más. Y Sigmund Freud, que Dostoyevsky era el único psicólogo del cual se podía aprender algo.
Se aprende mucho, se disfruta mucho también y apetece seguir con Dostoyevsky, pero hay tantos escritores tan buenos y tantas obras que leer, tantas cosas que aprender... y el tiempo es tan escaso!
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NOTAS
1.-…un pueblo que tiene una idea tan lamentable de la justicia… ¿De quién es la culpa? Ya veremos lo que hacen los nuevos tribunales. Quiera Dios que todo vaya bien... (Porfirio Petrovitch)
2.-¿Sabe usted, Rodion Romanovitch, lo que es la expiación para ciertas personas? Es una simple sed de sufrimiento, y si este sufrimiento lo imponen las autoridades, mejor que mejor. Conocí a un preso que era un ejemplo de mansedumbre. Estuvo un año en la cárcel y todas las noches leía la Biblia. Y un día, sin motivo alguno, arrancó un trozo de hierro de la estufa y lo arrojó sobre un guardián, aunque tomando precauciones para no hacerle ningún daño. ¿Sabe usted la suerte que se reserva a un preso que ataca con un arma cualquiera a un guardián de la cárcel? Aquel hombre obró tan sólo llevado de su sed de expiación. (Porfirio Petrovitch)
3.- Este crimen lleva el sello de nuestro tiempo, de una época en que el corazón del hombre está trastornado; en que se afirma, citando autores, que la sangre purifica; en que sólo importa la obtención del bienestar material. Es el sueño de una mente ebria de quimeras y envenenada por una serie de teorías. (Porfirio Petrovitch)
4.- Pero hay otro detalle importante, y es que el asesino, a pesar de su crimen, se considera como una persona decente y desprecia a todo el mundo. Se cree algo así como un ángel infortunado. (Porfirio Petrovitch)
5.--¿Que quién es el asesino? -exclamó como no pudiendo dar crédito a sus oídos-. ¡Usted, Rodion Romanovitch! -Y añadió en voz baja y en un tono de profunda convicción-:Usted es el asesino. . (Porfirio Petrovitch)
6.- Yo no he venido aquí a cazarle como una liebre. Que confiese usted o no en este momento,me importa muy poco. En ambos casos, mi convicción seguiría siendo la misma.
7.-…si usted me cree culpable, ¿por qué no me detiene?
8.-…le considero como uno de esos hombres que se dejarían arrancar las entrañas sonriendo a sus verdugos si lograsen encontrar una fe, un Dios. Pues bien, encuéntrelo y vivirá.
9.-Sé que es usted escéptico, pero abandónese sin razonar a la corriente de la vida y no se inquiete por nada: esa corriente le llevará a alguna orilla y usted podrá volver a ponerse en pie.
10.-mis palabras le parecerán un largo y enojoso sermón, pero tal vez las recuerde usted algún día
11.-Tenga usted coraje, no retroceda por pusilanimidad ante la gran misión que aún tiene que cumplir. Si es cobarde, luego se avergonzará usted. Ha cometido una mala acción: sea fuerte y haga lo que exige la justicia. Sé que usted no me cree, pero le aseguro que volverá a conocer el placer de vivir. En este momento sólo necesita aire, aire, aire...
12.- ¿Por qué, entonces, temer al cambio que se va a operar en su existencia? No es el bienestar lo que un corazón como el suyo puede echar de menos.
13.- Conviértase en un sol y todo el mundo lo verá. Al sol le basta existir, ser lo que es.
145.-Hará usted bien en no creerme nunca por completo. Tengo la costumbre de no ser jamás completamente sincero. Sin embargo, no olvide esto: el tiempo le dirá si soy un hombre vil o un hombre leal.
15.- El libertinaje tiene, cuando menos, un carácter de continuidad fundado en la naturaleza y no depende de un capricho: es algo que arde en la sangre como un carbón siempre incandescente y que sólo se apaga con la edad, y aun así difícilmente, a fuerza de agua fría…Admito que eso es una enfermedad como todas las inclinaciones exageradas, y en este caso uno rebasa siempre los límites de lo normal; pero tenga en cuenta que esto es cosa que cambia según los individuos. Desde luego, hay que reprimirse, aunque sólo sea por conveniencia.  (Svidrigailof)
16.-…la inteligencia y los celos no son incompatibles
17.- Nada hay en el mundo más difícil de mantener que la franqueza ni nada más cómodo que la adulación. Si en la franqueza se desliza la menor nota falsa, se produce inmediatamente una disonancia y, con ella, el escándalo. En cambio, la adulación, a pesar de su falsedad, resulta siempre agradable y es recibida con placer, un placer vulgar si usted quiere, pero que no deja de ser real.
18.- Es verdaderamente extraño y curioso que yo no haya odiado jamás seriamente a nadie, que no haya tenido el deseo de vengarme de nadie. Esto es mala señal... (Svidrigailof)
19.- Rodia se felicitaba de que nadie, ni siquiera su hermana, estuviera presente en aquella entrevista. De súbito, tras aquel horrible período de su vida, su corazón se había ablandado. Raskolnikof cayó a los pies de su madre y empezó a besarlos. Después los dos se abrazaron y lloraron. La madre ya no daba muestras de sorpresa ni hacia pregunta alguna. Hacía tiempo que sospechaba que su hijo atravesaba una crisis terrible y comprendía que había llegado el momento decisivo.
20.- Para huir de este deshonor estaba dispuesto a arrojarme al río, pero en el momento en que iba a hacerlo me dije que siempre me había considerado como un hombre fuerte y que un hombre fuerte no debe temer a la vergüenza. ¿Es esto un acto de valor, Dunia?
21. Cuando fracasan, incluso los mejores proyectos parecen estúpidos.
22.- ¡Y he osado enorgullecerme, creerme llamado a un alto destino! ¡Qué miserable y qué cobarde soy!
23 -Fui yo... -empezó a decir Raskolnikof.
-Beba.
El joven rechazó el vaso y, en voz baja y entrecortada, pero con toda claridad, hizo la siguiente declaración:
-Fui yo quien asesinó a hachazos, para robarles, a la vieja prestamista y a su hermana Lisbeth.
Ilia Petrovitch abrió la boca. Acudió gente de todas partes. Raskolnikof repitió su confesión.
24.-El culpable repitió su confesión con tanta energía como claridad, sin embrollar las circunstancias, sin suavizar el horror de su perverso acto, sin alterar la verdad de los hechos, sin olvidar el menor incidente.
25.- …el tribunal, teniendo en consideración la declaración espontánea del culpable y sus buenos antecedentes, sólo lo condenó a ocho años de trabajos forzados (segunda categoría).
26.- Si al menos el destino le hubiera procurado el arrepentimiento, el arrepentimiento punzante que destroza el corazón y quita el sueño, el arrepentimiento que llena el alma de terror… Pero él no estaba en modo alguno arrepentido de su crimen. 
27.-Adoraban incluso su manera de andar. Cuando se marchaba, se volvían para seguirla con la vista y se deshacían en alabanzas. Alababan hasta la pequeñez de su figura. Ya no sabían qué elogios dirigirle. Incluso la consultaban cuando estaban enfermos. (Los reclusos a Sonia)
28.-Sonia se dio cuenta de que Rodia la amaba: sí, no cabía duda. La amaba con amor infinito. El instante tan largamente esperado había llegado.
29.- Querían hablar, pero no pudieron pronunciar una sola palabra. Las lágrimas brillaban en sus ojos. Los dos estaban delgados y pálidos, pero en aquellos rostros ajados brillaba el alba de una nueva vida, la aurora de una resurrección. El amor los resucitaba. El corazón de cada uno de ellos era un manantial de vida inagotable para el otro. Decidieron esperar con paciencia. Tenían que pasar siete años en Siberia. ¡Qué crueles sufrimientos, y también qué profunda felicidad, llenaría aquellos siete años! Raskolnikof estaba regenerado. Lo sabía, lo sentía en todo su ser. En cuanto a Sonia, sólo vivía para él.
30.-Al atardecer, cuando los presos fueron encerrados en los dormitorios, Rodia, echado en su lecho de campaña, pensó en Sonia. Incluso le había parecido que aquel día, todos aquellos compañeros que antes habían sido enemigos de él le miraban de otro modo. Él les había dirigido la palabra, y todos le habían contestado amistosamente.
31.-Raskolnikof ignoraba que no podría obtener esta nueva vida sin dar nada por su parte, sino que tendría que adquirirla al precio de largos y heroicos esfuerzos...


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  ÍNDICE






sábado, 5 de noviembre de 2016

CRIMEN Y CASTIGO -5ª PARTE -

CRIMEN Y CASTIGO


Anteriormente vemos a Raskolnikof desde el exterior, como espectadores, ahora entramos en su alma, conocemos su pensar y su sentir, su razón o su locura.Abre su alma en canal ante Sonia, buscando amparo y compañía.
Explicado el crimen, va desgranando las reflexiones, emociones, seguridades y dudas y cómo llega a la obsesión, a la íntima y total seguridad de tener que asesinar a Alena Ivanovna, vieja usurera.
Sonia, un ser puro y noble acoge el alma atormentada del joven y carga también con su cruz.
El antiguo acosador de la hermana de Raskolnikov, escucha, oculto, toda la confesión y así queda en gran suspense el desenlace de la novela para la sexta y última parte.
Dostoyevsky, en boca de un personaje, relata el discurso,de la corriente de pensamiento de moda del XIX. Son las mismas palabras que se pueden escuchar en algunos mítines de ahora.
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 NOTAS
1.-Había oído decir (Piotr Petrovitch), como todo el mundo, que en Petersburgo había progresistas, nihilistas y toda suerte de enderezadores de entuertos… lo que le llenaba de una intranquilidad exagerada y continua, eran las indagaciones que realizaban tales partidos. Sólo por esta razón había estado mucho tiempo sin decidirse a elegir Petersburgo como centro de sus actividades… De aquí que Piotr Petrovitch, apenas llegado a Petersburgo, procurase enterarse de las actividades de tales asociaciones: así, en caso de necesidad, podría presentarse como simpatizante y asegurarse la aprobación de las nuevas generaciones.
2.-Andrés Simonovitch era bastante necio. Su afiliación al partido progresista obedeció a un impulso irreflexivo. Era uno de esos innumerables pobres hombres, de esos testarudos ignorantes que se apasionan por cualquier tendencia de moda, para envilecerla y desacreditarla en seguida. Estos individuos ponen en ridículo todas las causas, aunque a veces se entregan a ellas con la mayor sinceridad.
3.-Había intentado exponerle el sistema de Furier y la teoría de Darwin… (antecesores del marxismo)
4.-Me lo contaron ayer: hace un mes o cosa así, usted (Andrés Simonovitch) golpeó a Catalina Ivanovna... ¡Así son sus convicciones! Usted dejó a un lado su feminismo por un momento. ¡Je, je, je! -¡No, ni mucho menos! lo que le han contado es una verdadera calumnia. Yo no hice más que defenderme. Ella se arrojó sobre mí con las uñas preparadas. Casi me arranca una patilla...Yo considero que los hombres tenemos derecho a defendernos.
5.-Sin embargo, esa muchacha (Sonia) comprende perfectamente muchas cosas. Por ejemplo se ha dado exacta cuenta de lo que supone la costumbre de besar la mano, mediante la cual el hombre ofende a la mujer, puesto que le demuestra que no la considera igual a él.
6.- Ahora analicemos tan sólo la cuestión de los cuernos. Le confieso que es mi tema favorito. Esta expresión baja y grosera difundida por Pushkin no figurará en los diccionarios del futuro. Pues, en resumidas cuentas, ¿qué es eso de los cuernos? ¡Oh, qué aberración! ¡Cuernos...! ¿Por qué? Eso es absurdo, no lo dude. La unión libre los hará desaparecer. Los cuernos no son sino la consecuencia lógica del matrimonio legal, su correctivo, por decirlo así..., un acto de protesta... Mirados desde este punto de vista, no tienen nada de humillantes. Si alguna vez..., aunque esto sea una suposición absurda..., si alguna vez yo contrajera matrimonio legal y llevara esos malditos cuernos, me sentiría muy feliz y diría a mi mujer: « Hasta este momento, amiga mía, me he limitado a quererte; pero ahora lo respeto por el hecho de haber sabido protestar...
7.-Catalina Ivanovna no era de esas personas que se aturden ante la desgracia. Los reveses de fortuna podían abrumarla, pero no abatir su moral ni anular su voluntad.
8.-« ¿Es necesario que revele que maté a Lisbeth?»
9.-Lo extraño era que, al mismo tiempo que se hacía esta pregunta, estaba convencido de que le era imposible no sólo eludir semejante confesión
10.--¿A qué viene hacer esas preguntas absurdas? -repuso Sonia con un gesto de desagrado.- Dígame: ¿dejaría usted que Lujine viviera y pudiese cometer sus desafueros? ¿Es que ni siquiera tiene valor para tomar una decisión en teoría?
11.--(Sonia) Yo no conozco las intenciones de la Divina Providencia. ¿Por qué me interroga sobre hechos que no existen? ¿A qué vienen esas preguntas inútiles? ¿Acaso es posible que la existencia de un hombre dependa de mi voluntad? ¿Cómo puedo erigirme en árbitro de los destinos humanos, de la vida y de la muerte?
 Si hace usted intervenir a la Providencia divina, no hablemos más -dijo Raskolnikof en tono sombrío.
12.-De súbito, una extraña y sorprendente sensación de odio hacia Sonia le traspasó el corazón. Asombrado, incluso aterrado de este descubrimiento inaudito, levantó la cabeza y observó atentamente a la joven. Vio que fijaba en él una mirada inquieta y llena de una solicitud dolorosa, y al advertir que aquellos ojos expresaban amor, su odio se desvaneció como un fantasma.
13.--Para saber lo que sé -dijo Raskolnikof, cuya mirada seguía fija en la de ella, como si no tuviera fuerzas para apartarla-, es necesario que esté «ligado» a «él»... Él no tenía intención de matar a Lisbeth... La asesinó sin premeditación... Sólo quería matar a la vieja... y encontrarla sola... Fue a la casa... De pronto llegó Lisbeth..., y la mató a ella también.
14. -No lo comprendo, Sonia. Me abrazas y me besas después de lo que te acabo de confesar.
-No sabes lo que haces.
Ella no le escuchó. Gritó enloquecida: Como tú! Y prorrumpió en sollozos  Pero cómo es posible que un hombre como usted cometiera...? Además, ¿por qué?
-Para robar, Sonia, respondió Raskolnikof con cierto malestar.
-En cuanto al dinero de la vieja, ni siquiera sé si tenía dinero,dijo en voz baja , vacilando.
Sonia le escuchaba ávidamente.
-Pero ¿por qué, si mató usted para robar, según dice..., por qué no cogió nada? -dijo la joven vivamente, aferrándose a una última esperanza.
-No lo sé.
15.-Pero dime: ¿por qué? ¿Por qué no he tenido valor para llevar yo solo mi cruz y he venido a descargarme en ti, pidiéndote que sufras conmigo, ya que esto me servirá de consuelo?
16.-¿Cómo puedes amar a un hombre tan cobarde?
17.-¿Acaso no sufres tú también? –exclamó Sonia.
18.-Otra vez se apoderó del joven un sentimiento de ternura.
19.-Sonia, yo soy un hombre de mal corazón. Tenlo en cuenta, pues esto explica muchas cosas. Precisamente porque soy malo he venido en tu busca. Otros no lo habrían hecho, pero yo... yo soy un miserable y un cobarde.
20.-He aquí cómo ocurrieron las cosas. Yo quería ser un Napoleón: por eso maté. ¿Comprendes?
21.-Al fin y al cabo, Sonia, yo no he dado muerte más que a un vil y malvado gusano.
22.-Ese gusano era una criatura humana.
23.-No, no es eso. Lo que sucede..., sí, esto es..., lo que sucede es que soy orgulloso, envidioso, perverso, vil, rencoroso y..., para decirlo todo ya que he comenzado..., propenso a la locura. Acabo de decirte que tuve que dejar la universidad. Pues bien, a decir verdad, podía haber seguido en ella. Mi madre me habría enviado el dinero de las matrículas y yo habría podido ganar lo necesario para comer y vestirme
24-.Ya sabes, Sonia, que el alma y el pensamiento se ahogan en las habitaciones bajas y estrechas.
25-."Ya que ves la estupidez de los demás, ¿por qué no buscas el modo de mostrarte más inteligente que ellos?" (Raskolnikov)
26-.Y ahora sé que quien es dueño de su voluntad y posee una inteligencia poderosa consigue fácilmente imponerse a los demás hombres;
27-.Sonia comprendió que aquella trágica doctrina constituía su ley y su fe.
28-.Créeme que yo no sabía que el hecho de interrogarme a mí mismo acerca de mi derecho al poder demostraba que tal derecho no existía, puesto que lo ponía en duda.
29-.Compréndeme... Si tuviera que volver a hacerlo, tal vez no lo haría...
30-.El sol se ponía. Desde hacía algún tiempo,Raskolnikof experimentaba una angustia completamente nueva, no aguda ni demasiado penosa, pero continua e invariable. Presentía largos y mortales años colmados de esta fría y espantosa ansiedad. Generalmente era al atardecer cuando tales sensaciones cobraban una intensidad obsesionante.
31.-Svidrigailof se llevó a Raskolnikof a un rincón más apartado. Rodia no podía ocultar su curiosidad.
32.-De todo esto, del entierro y de lo demás, me encargo yo. Ya sabe usted que tengo más dinero del que necesito. Llevaré a Poletchka y sus hermanitos a un buen orfelinato y depositaré mil quinientos rublos para cada uno. Así podrán llegar a la mayoría de edad sin que Sonia Simonovna tenga que preocuparse por su sostenimiento. En cuanto a ella, la retiraré de la prostitución, pues es una buena chica, ¿no le parece? Ya puede usted explicar a Avdotia Romanovna en qué gasto yo el dinero.

                                             Fiódor Dostoyevsky 1821 -1881

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jueves, 3 de noviembre de 2016

CRIMEN Y CASTIGO - 4ª PARTE

                     CRIMEN Y CASTIGO

RESUMEN 
“No hay hombre tan malo, que no tenga algo bueno..”.  
Mientras, el juez Porfirio Petrovitch juega con el criminal al ratón y al gato,    vemos la parte honesta, buena, desprendida del asesino Raskonikof. Ama a su madre y hermana y al separse de ellas las deja al cuidado de su buen amigo Rasumikhine. Demuestra compasión ante la desgraciada Sonia, joven de dieciocho años, obligada a prostituirse para dar de comer a sus hermanos y madrastra. Impide que su hermana Dunia Romanovna se case, para ayudar a la familia, con Piotr Petrovitch, un indeseable, …Es sensible al dolor humano en general…
El autor dibuja la miseria de la sociedad de San Petersburgo, realzando la dignidad humana que algunos mantienen icluso en la pobreza extrema 
Dostoyevsky, ingeniero militar con grado de subteniente del ejercito del Zar, hace una especie de cameo en el personaje del juez instructor: “Soy un enamorado de las cosas militares, y mis lecturas predilectas son aquellas que se relacionan con la guerra... Verdaderamente, he equivocado mi carrera. Debí ingresar en el ejército. No habría llegado a ser un Napoleón, pero sí a conseguir el grado de comandante (Porfirio Petrovitch)”
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NOTAS
1.-La razón es esclava de la pasión, y era yo el primer perjudicado por ella...
2.-Aquí, al menos, podemos acusar a los demás de todos los males y justificarnos a nuestros propios ojos.
3.-Sus jactancias se debían a que en ningún momento se había imaginado que dos mujeres solas y pobres pudieran desprenderse de su dominio. Este convencimiento estaba reforzado por su vanidad y por una ciega confianza en sí mismo. Piotr Petrovitch, salido de la nada, había adquirido la costumbre casi enfermiza de admirarse a sí mismo profundamente. Tenía una alta opinión de su inteligencia, de su capacidad, y, a veces, cuando estaba solo, llegaba incluso a admirar su propia cara en un espejo. Pero lo que más quería en el mundo era su dinero, adquirido por su trabajo y también por otros medios.
4.-El encanto de una esposa adorable, culta y virtuosa al mismo tiempo podía adornar su vida maravillosamente, atraerle simpatías, crearle una especie de aureola... Y todo esto se había venido abajo.
5.-pero ahora,si verdaderamente me queréis, renunciad a mí.
6.-Se miraron en silencio. Rasumikhine se acordaría de este momento toda su vida. La mirada ardiente y fija de Raskolnikof parecía cada vez más penetrante, y Rasumikhine tenía la impresión de que le taladraba el alma.De súbito, el estudiante se estremeció. Algo extraño acababa de pasar entre ellos. Fue una idea que se deslizó furtivamente; una idea horrible, atroz y que los dos comprendieron... Rasumikhine se puso pálido como un muerto.-¿Comprendes ahora? preguntó Raskolnikof con una mueca espantosa-.
7.-Sólo pide justicia... Es pura. Cree que la justicia debe reinar en la vida y la reclama... Ni por el martirio se lograría que hiciera nada injusto. No se da cuenta de que la justicia no puede imperar en el mundo y se irrita... Se irrita como un niño, exactamente como un niño, créame... Es una mujer justa, muy justa.
8.-¡Hace tanto tiempo que no tiene vestidos ni nada...! Nunca pide nada a nadie. Tiene mucho orgullo (Catalina Ivanovna)   y prefiere dar lo que tiene, por poco que sea.
9.-De pronto se inclinó, (Rakolnicof) bajó la cabeza hasta el suelo y le besó los pies. Sonia retrocedió horrorizada, como si tuviera ante sí a un loco. Y en verdad un loco parecía Raskolnikof.
-¿Qué hace usted? -balbuceó. Se había puesto pálida y sentía en el corazón una presión dolorosa.
 Él se puso en pie. -No me he arrodillado ante ti, sino ante todo el dolor humano -dijo en un tono extraño.
10.-Experimentaba una sensación extraña (Raskolnikof), casi enfermiza, mientras contemplaba aquella carita pálida (de Sonia), enjuta, de facciones irregulares y angulosas; aquellos ojos azules capaces de emitir verdaderas llamaradas y de expresar una pasión tan austera y vehemente; aquel cuerpecillo que temblaba de indignación. Todo esto le parecía cada vez más extraño, más ajeno a la realidad.
11.-Las líneas se entremezclaban ante sus velados ojos, pero ella podía seguir leyendo porque se dejaba llevar de su corazón
12.-Ahora no tengo a nadie más que a ti –dijo Raskolnikof-. Vente conmigo. He venido por ti. Somos dos seres malditos. Vámonos juntos.
 -¿Irnos? ¿Adónde? -preguntó aterrada (Sonia),dando un paso atrás.
-¡Yo qué sé! Yo sólo sé que los dos seguimos la misma ruta y que únicamente tenemos una meta.
 -No entiendo -balbuceó Sonia.
-Ya entenderás más adelante. Tú has obrado como yo.Tú también has cruzado la línea. Has atentado contra ti; has destruido una vida..., tu propia vida, verdad es, pero ¿qué importa?
13.-Él no huirá, no solamente porque no tiene adónde ir, sino porque me pertenece psicológicamente... ¡Je, je! ¿Qué me dice usted de la expresión? No huirá porque se lo impide una ley de la naturaleza. ¿Ha visto usted alguna vez una mariposa ante una bujía? Pues él girará incesantemente alrededor de mi persona como el insecto alrededor de la llama. La libertad ya no tendrá ningún encanto para él. Su inquietud irá en aumento; una sensación creciente de hallarse como enredado en una tela de araña le dominará; un terror indecible se apoderará de él. Y hará tales cosas, que su culpabilidad quedará tan clara como que dos y dos son cuatro.
14.-La realidad y la naturaleza, señor mío, son cosas importantísimas y que reducen a veces a la nada el cálculo más ingenioso.
15.-«Ya no hay más que pruebas de doble sentido», se dijo Raskolnikof, y salió de su habitación reconfortado.
«Ahora, a continuar la lucha» se dijo con una agria sonrisa mientras bajaba la escalera. Se detestaba a sí mismo y se sentía humillado por su pusilanimidad.


                                        Fiódor Dostoyevsky 1821 - 1881

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miércoles, 2 de noviembre de 2016

CRIMEN Y CASTIGO - 3ª PARTE

CRIMEN Y CASTIGO


RESUMEN 
Ahora vivimos la relación espiritualmente tormentosa del asesino con sus amigos y su familia; A Raskolnicof, enfermo de ansiedad, le inquieta, le horroriza la compasión que su familia y amigos sienten hacia él. Sigue viviendo en el filo de la duda, recela del policía y del juez, con quienes tiene relación; siente un desprecio sobrehumano hacia ellos y desea vomitarles la verdad junto a su desprecio. Se siente miserable, envilecido e innoble pero no conoce el remordimiento, culpa a la víctima del acto que cometió. 
En una charla con el juez explica que los seres extraordinarios, los visionarios, los ideólogos, los que cambian el mundo, están autorizados moralmente al crimen, al derramamiento de sangre inocente, rebasando cualquier ley.  Si triunfan y se hacen con el poder, ellos cambiarán las leyes y si fracasan serán mártires a quienes las generaciones futuras, los seres ordinarios cuya única misión en el mundo es la procreación, levantarán monumentos.

Dostoyevsky , coetáneo de Marx y de Engels, introduce en el diálogo un análisis del pensamiento socialista que va calando en la sociedad rusa de mediados del XIX y que culminará en la revolución de 1917

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NOTAS 
1. …me gusta que se equivoquen. En esto radica la superioridad del hombre sobre los demás organismos. Así llega uno a la verdad. Yo soy un hombre, y lo soy precisamente porque me equivoco. Nadie llega a una verdad sin haberse equivocado catorce veces, o ciento catorce, y esto es, acaso, un honor para el género humano. Pero no sabemos ser originales ni siquiera para equivocarnos. Un error original acaso valga más que una verdad insignificante. La verdad siempre se encuentra; en cambio, la vida puede enterrarse para siempre. Tenemos abundantes ejemplos de ello. ¿Qué hacemos nosotros en la actualidad? Todos, todos sin excepción, nos hallamos, en lo que concierne a la ciencia, la cultura, el pensamiento, la invención, el ideal, los deseos, el liberalismo, la razón, la experiencia y todo lo demás, en una clase preparatoria del instituto, y nos contentamos con vivir con el espíritu ajeno...
2.-Llevaba un vestido sencillo y ligero, y en el cuello un pañuelo blanco. Rasumikhine dedujo de diversos detalles que tanto ella como su madre vivían en la mayor pobreza. Si Avdotia Romanovna hubiese ido ataviada como una reina, es muy probable que Rasumikhine no se hubiera sentido cohibido ante ella. Sin embargo, tal vez porque la veía tan modestamente vestida y se imaginaba su vida de privaciones, estaba atemorizado y vigilaba atentamente sus propios gestos y palabras, lo que aumentaba su timidez de hombre que desconfía de sí mismo.
3.-Sin embargo, esta evidente pobreza daba a las dos damas un aire de especial dignidad, como es corriente en las personas que saben llevar vestidos humildes.
4.-Y pensaba que la reina que se arreglaba las medias en la prisión debía de tener más majestad en ese momento que cuando aparecía en espléndidas fiestas y magníficos desfiles.
5.-Ahora que podemos hablar, desearía hacerle comprender que es indispensable que expulse usted, por decirlo así, las causas principales del mal. Sólo procediendo de este modo podrá usted curarse; en el caso contrario, las cosas irán de mal en peor. Cuáles son esas causas, lo ignoro; pero usted debe conocerlas. Usted es un hombre inteligente y puede observarse a sí mismo. Me parece que el principio de su enfermedad coincide con el término de sus actividades universitarias. Usted no es de los que pueden vivir sin ocupación: usted necesita trabajar, tener un objetivo y perseguirlo tenazmente.
6.-¡Con qué sencillez y delicadeza ha puesto fin al incidente de ayer con su hermana! Le ha bastado tenderle la mano mientras le miraba afectuosamente...
7.-Reconozco que yo no tenía ningún derecho a obrar así, y menos sabiendo los sacrificios que has tenido que hacer para enviarme ese dinero. Está bien que se socorra a la gente. Pero hay que tener derecho a hacerlo. De lo contrario, Crevez chiens, si vous n'étes pas contents.
8.-Si llegas a un punto que no te atreves a franquear, serás desgraciada, y si lo franqueas, tal vez más desgraciada todavía.
9.-…sabía muy bien que no solamente no volvería a hablar a su madre ni a su hermana con el corazón en la mano, sino que ya no pronunciaría jamás una sola palabra espontánea ante nadie
10.-Lujine o yo. Yo puedo ser un infame, pero no quiero que tú lo seas. Con un miserable hay suficiente. De modo que si te casas con Lujine, dejaré de considerarte hermana mía.
11.- Era menuda y delgada, muy delgada, y pálida, de facciones irregulares y un poco angulosas, nariz pequeña y afilada y mentón puntiagudo. No podía decirse que fuera bonita, pero, en compensación, sus azules ojos eran tan límpidos y, al animarse, le daban tal expresión de candor y de bondad, que uno no podía menos de sentirse cautivado.
12..-En su habitación hay una atmósfera asfixiante. Pero ¿es posible encontrar aire respirable en esta ciudad? Las calles son como habitaciones sin ventana. ¡Qué ciudad, Dios mío!
13-¡Feliz el hombre que no tiene nada que guardar bajo llave!
14.¿He hecho bien en venir o no? La mariposa se arroja a la llama ella misma... El corazón me late con violencia... Mala cosa.
15. En el artículo que comentamos se divide a los hombres en dos clases: seres ordinarios y seres extraordinarios.
Los ordinarios han de vivir en la obediencia y no tienen derecho a  faltar  a  las  leyes,  por  el  simple  hecho de ser ordinarios. En cambio, los individuos extraordinarios están autorizados a cometer toda clase de crímenes y a violar todas las leyes, sin más razón que la de ser extraordinarios.
16.Lo que yo insinué fue tan sólo que el hombre extraordinario tiene el derecho..., no el derecho legal, naturalmente, sino el derecho moral..., de permitir a su conciencia franquear ciertos obstáculos en el caso de que así lo exija la realización de sus ideas, tal vez beneficiosas para toda la humanidad... 
17.-…ese derecho moral a derramar sangre que tú concedes con plena conciencia y excusas con tanto fanatismo... Me parece que ésta es la idea principal de tu artículo: la autorización moral a matar...,la cual, por cierto,me parece mucho más terrible que la autorización oficial y legal.
18.-El que sufre reconociendo su error, recibe un castigo que se suma al del penal.
19.- Sólo sufrirán en el caso de que sus víctimas les inspiren compasión. El sufrimiento y el dolor van necesariamente unidos a un gran corazón y a una elevada inteligencia.
20.-La malicia está cosida con hilo blanco.
21.-«Es la luna la que crea el silencio –pensó Raskolnikof-, la luna, que se ocupa en descifrar enigmas.»


                                                    Fiódor Dostoyevsky 1821 - 1881
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