domingo, 29 de enero de 2017

WILLIAN WILSON - Edgar Allan Poe

"...de haber sido hermanos, hubiéramos sido gemelos"


COMENTARIO 
El relato en primera persona bien se asemeja una confesión del propio autor que oculta su nombre en el de Willian Wilson. Varios datos del cuento coinciden con los reales del escritor. Poe nació el 19 de enero al igual que Wilson, ambos estudiaron cinco años en un brumoso colegio de Inglaterra y si Wilson fue Oxford, a la universidad más disoluta de Europa, Allan Poe estuvo en la de Virginia, la más libertina de Norteamérica. Los dos se dejaron arrastrar por el alcohol, el juego y otras seducciones todavía más peligrosas. Y si Willian Wilson próximo a morir se pregunta: “Entre tus esperanzas y el cielo, ¿no aparece suspendida para siempre una densa, lúgubre, ilimitada nube?” , Allan Poe se preguntará diez años más tarde, 1849, a la hora de su muerte “¿...hay esperanza para un miserable como yo?”

A Edgard Allan Poe y a su obra les esperaban, en el terreno humano, la gloria de la inmortalidad.


La influencia de Poe en Oscar Wilde es innegable. El desdoblamiento de Willian Wilson y el de Dorian Gray, el espejo de Wilson y el retrato de Gray, la vida licenciosa de ambos y sus conciencias separadas, las estocadas a su doble en Willian Wilson y el apuñalamiento del cuadro en Dorian Gray y como ambos al terminar con su conciencia terminan con su vida.
A pesar de esas coincidencias no creo que se pueda hablar de copia o de plagio en absoluto porque las historias de sus protagonistas van por sendas diferentes en su vida y en su estilo literario. Si el mundo literario de Willian Wilson es un tanto barroco o complicado, el de Dorian Gray es abierto, sencillo y predecible, menos su final, posiblemente.
Bienvenida esa inflencia que nos dejó tan grata novela.

Las dos narraciones son únicas e insuperables.


RESUMEN Y NOTAS
“—Has vencido, y me entrego. Pero también tú estás muerto desde ahora... muerto para el mundo, para el cielo y para la esperanza. ¡En mí existías... y al matarme, ve en esta imagen, que es la tuya, cómo te has asesinado a ti mismo!”
“Venciendo, pierdes, porque yo soy tú. Yo soy más tú, que tú mismo. Yo soy tu esencia eterna”

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La historia la cuenta el narrador en primera persona ocultando su verdadero nombre, se hace llamar Willian Wilson; hallándose próximo a la muerte, anhela la piedad de sus semejantes, por eso explica la imposibilidad de escapar a los vicios y bajezas en las que él había caído. “Me gustaría que creyeran que, en cierta medida, fui esclavo de circunstancias que excedían el dominio humano”.
En su infancia ya es presa de caprichos y de vicios, que sus padres, débiles de carácter, no puede encauzar ni educar y explica que:Por lo regular, los hombres van cayendo gradualmente en la bajeza. En mi caso, la virtud se desprendió bruscamente de mí como si fuera un manto.”

Después de este preámbulo sigue la historia de forma cronológica.

Pasa cinco años en un colegio inglés convertido en cabecilla de sus compañeros gracias a la fuerza e ímpetu de su naturaleza. Solo un niño compite en conocimientos, fuerza y liderazgo con él. Un niño que curiosamente se llama exactamente como él, Wiliam Wilson, que ingresa el mismo día que él en el colegio, que nació el mismo día: 19 de enero de 1813, que viste exactamente como él y como él tiene los mismos gestos, solo se le diferencia en que su oponente habla en susurros.
La relación con su tocayo es de enfrentamiento continuo, aunque su doble no pretende nunca la victoria “Es cierto que casi diariamente teníamos una querella, al fin de la cual, me cedía públicamente la palma de la victoria.”
En esta época todavía tenía algo de estima y respeto, mezclado con el miedo, el odio y la curiosidad hacia el otro Wilson y reconoce que, Wilson y yo éramos compañeros inseparables.”

Tiene también un sentimiento lejano y nebuloso de que en algún tiempo pasado había habido un vínculo con él y más tarde aceptará que “...yo habría llegado a ser un hombre mejor y más feliz si hubiera rechazado con menos frecuencia aquellos consejos encerrados en susurros, y que en aquel entonces odiaba y despreciaba amargamente.”

Huye del colegio el mismo día que descubre que Wilson tiene su misma cara, enterándose más tarde que también William Wilson abandonó el colegio el mismo día que él.
Después de algunos meses dedicados a la nada, entra en el colegio de Eaton donde permanece tres años fortaleciendo admirablemente su cuerpo, arraigando sus vicios y despreciando la educación.

Una noche de orgía de vino y “otras seducciones todavía más peligrosas” estando en el delirio de la embriaguez le anunciaron que alguien le esperaba en el vestíbulo. Wiliam Wilson, de nuevo, vestido con las mismas ropas que el narrador le esperaba: “Al verme, vino precipitadamente a mi encuentro y, tomándome del brazo con un gesto de petulante impaciencia, murmuró en mi oído estas palabras:

—¡William Wilson! 

Mi embriaguez se disipó instantáneamente...”

Ingresa en Oxford, la “Universidad, la más disoluta de Europa”. Hace profesión de sus vicios, engañando a todos sus compañeros: “¿Quién, entre mis más depravados camaradas, no hubiera dudado del testimonio de sus sentidos antes de sospechar culpable de semejantes actos al alegre, al franco, al generoso William Wilson, el más noble y liberal compañero de Oxford, cuyas locuras, al decir de sus parásitos, no eran más que locuras de la juventud y la fantasía, cuyos errores sólo eran caprichos inimitables, cuyos vicios más negros no pasaban de ligeras y atrevidas extravagancias?” 

Después de tender las redes a un rico estudiante y dejarle en la miseria con las artes de un tahúr, una sombra de duda se manifiesta en su conciencia:” Difícil es decir ahora cuál hubiera sido mi conducta en ese momento. La lamentable condición de mi adversario creaba una atmósfera de penoso embarazo...”. aparece nuevamente en escena en la confusa luz de la madrugada, Willian Wilson, para desenmascarar públicamente sus trampas:”Señores, no me excusaré por mi conducta, ya que al obrar así no hago más que cumplir con un deber. Sin duda ignoran ustedes quién es la persona que acaba de ganar una gran suma de dinero a Lord Glendinning. He de proponerles, por tanto, una manera tan expeditiva como concluyente de cerciorarse al respecto: bastará con que examinen el forro de su puño izquierdo y los pequeños paquetes que encontrarán en los bolsillos de su bata bordada.”

Deshonrado y despreciado abandona Oxford, pero Willian Wilson no le abandona a él; le seguirá a París, Viena, Roma, Moscú... La huída no era posible. “Una y otra vez, en la más secreta intimidad de mi espíritu, me formulé las preguntas: ¿Quién es? ¿De dónde viene? ¿Qué quiere? Pero las respuestas no llegaban.” 

Nuevamente en Roma, cuando pretendía seducir a la joven y bella esposa de su anciano anfitrión, siente en sus hombros la mano de Willian Wilson y en sus oídos el odiado susurro. Embriagado de alcohol y cargado de ira lo arrastra a otro salón retándolo a duelo de espada. “En pocos segundos lo fui llevando arrolladoramente hasta acorralarlo contra una pared, y allí, teniéndolo a mi merced, le hundí varias veces la espada en el pecho con brutal ferocidad.” Mirando a Wilson agonizante se ve a sí mismo reflejado en un espejo. “Era Wilson. Pero ya no hablaba con un susurro, y hubiera podido creer que era yo mismo el que hablaba cuando dijo:

 —Has vencido, y me entrego. Pero también tú estás muerto desde ahora... muerto para el mundo, para el cielo y para la esperanza. ¡En mí existías... y al matarme, ve en esta imagen, que es la tuya, cómo te has asesinado a ti mismo!”
                                                                                             IR AL ÍNDICE

jueves, 26 de enero de 2017

EDGAR ALLAN POE.


Edgar Poe nace el 19 de Enero de 1809, en Boston. Estados Unidos, hijo de actores de una pequeña compañía de teatro ambulante; su padre, David Poe, abandonó a su familia poco antes de nacer Rosalie, la hermana pequeña en 1810. Su madre, Elisabeth, enferma de tuberculosis siguió trabajando para mantener a sus hijos y murió un año más tarde, cuando el pequeño Edgar tenía tres años.
A su hermano mayor Wilian Henry, dos años mayor que Edgar lo había encomendado a unos parientes y los dos pequeños fueron recogidos por dos señoras caritativas de Richmond.  
Frances Allan, mujer de gran bondad y hermosura que acoge al pequeño lo tratará siempre como al hijo que no tuvo, pero nuca será adoptado legalmente, pues su marido, John Allan, se niega a la adopción, sin embargo lo educa y lo protege con cariño. Para mal de ambos, y sobre todo de Edgar Poe, sus caracteres divergen y tienen, a partir de la adolescencia muchas y graves discusiones.
A la edad de seis años, John Allan y su mujer Frances viajan con él a Escocia e Inglaterra donde permanecerán por cinco años, allí se hace un muchacho ágil y espabilado. Vuelve con once años y con carácter fortalecido. A esta edad comienza a escribir secretamente sus primeros versos.
Con quince años siente un amor platónico e idealizado por Helen Stanard, joven madre de uno de sus compañeros a cuya casa acudía a jugar. Le compone un verso  (1) y ella, agradecida, lo introduce en el mundo de la pasión adulta. Su amor clandestino duró toda la vida de Helen, quien murió en 1824 con treinta y un años dejando al muchacho lleno de dolor y desconsuelo.
Por esta época descubre que John Allan tiene hijos naturales, e intuye que jamás será adoptado y crece su rebeldía ante la autoridad de John. Allan quiere hacer de Edgar un abogado o un comerciante y lo envía a la universidad de Virginia. El nuevo ambiente que se encuentra es de disipación en el juego, el alcohol y los duelos; el carácter rebelde y anárquico de Allan Poe encaja en este escenario y se endeuda alegremente. John Allan se niega a enviarle más dinero que lo indispensable para sus estudios. Mientras la salud de su protectora Frances Allan empeora, se agrava también la relación de John y Edgar. Allan Poe juega y pierde y bebe. Él es hipersensible al alcohol; un poquito le da lucidez y agilidad mental, con el segundo vaso sufre la borrachera más angustiosa de la que tardará días en reponerse.
 La relación entre ambos llega a la ruptura y para sobrevivir se ve obligado a engancharse en el ejército como soldado raso con el nombre de Edgar A. Perry.
Pasados dos años, había firmado por cinco su servicio en el ejército, escribió a John Allan solicitando que aceptase su baja al comprometerse a ingresar en la academia de West Point. John Allan aceptó y le envió un mensaje, “mamá” Frances Allan lo reclamaba a su lado en el momento de morir. Por desgracia le llegó demasiado tarde. No pudo ver su cadáver. Llorando en su tumba, “tan cerca de la de «Helen», tan cerca ambas en su corazón, no pudo resistir y cayó inanimado; los criados negros debieron llevarlo en brazos hasta el carruaje
Por estas fechas toma contacto con su verdadera familia iniciando una relación con su prima carnal por parte de padre, Virginia Clem, con la que se casaría teniendo ella trece años y él veinticinco.
John Allan se vuelve a casar y reconoce a sus hijos naturales; la ruptura con su protector es total, aunque todavía John Allan le ayudó económica e indirectamente en alguna ocasión
Aburrido de la vida en la academia militar, se hace expulsar para no incumplir el juramento. Vino una temporada de escribir mucho, ganar poco y beber más. Se siente deprimido y piensa en el suicidio.
Ayudado por un editor, se mantiene sobrio cierto tiempo y comienza a crecer su fama de escritor agudo y cáustico; el periódico multiplica por ocho su tirada gracias a Poe, sin embargo le expulsan por los efectos que en él hace, de nuevo, la bebida.
Marcha con los suyos a New York y comienza a trabajar por un sueldo de miseria como asesor en una revista de muy baja categoría que él consigue ponerla entre las primeras en tirada. Mejora su economía y sueña con tener su propia revista. Este es un período de creación literaria mu productivo.
En 1842 a Virginia, su joven esposa, se le declara la tuberculosis y él, deprimido de nuevo, vuelve a la bebida hundiéndose en sus terribles consecuencias.  Tiempos de pobreza, de miseria.
En 1844 publica El Camelo del Globo, en el New York Sun, en el que asegura que un globo inglés atravesó el Atlántico, (precursor de La guerra de los mundos de Orson Wells) causa una gran impresión en la gente y llena los vacíos bolsillos de Allan Poe. Coge una casa agradable en las afueras de New York, escribe con regularidad y sus obras se publican rápidamente. En invierno, de vuelta a New York, con una “promoción comercial” extraordinaria lanza la definitiva versión de El Cuervo. La fama diabólica y maldita del escritor, que él promueve, la magia y calidad del poema lo convierten en el exponente del romanticismo literario de Norte América. La agente lo admira; magnetiza al público con la cadencia y melodía de su voz y la expresión de sus grandes ojos negros.

El 1845 es el año de mayor gloria de Poe y también el inicio de su caída moral de forma vertiginosa

En 1847 muere Virginia, su mundo se enrarece por el dolor, el alcohol y el láudano. Tiene varias relaciones femeninas, muchos enemigos y abundantes querellas.

El 29 de septiembre de 1849 alguien lo recogió borracho en una taberna y lo ingresó en un hospital. En un momento de lucidez dicen que preguntó si había alguna esperanza, le dijeron que estaba grave y el rectificó: “No quiero decir eso. Quiero saber si hay esperanza para un miserable como yo.” Ocho días después, el siete de octubre de 1849 moría uno de los grandes maestros mundiales del relato corto.

“Que Dios ayude a mi pobre alma” fueron sus últimas palabras.
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1.- A Helen .-
«Helen, tu belleza es para mí como esas remotas
barcas niceas que, dulcemente, sobre un mar perfumado, traían al
cansado viajero errabundo de retorno a sus playas nativas»,
                                                                                                IR AL ÍNDICE

EL CUERVO. Edgar Allan Poe



Mira delante, mira detrás,
pregunta lo que tú quieras
la misma respuesta tendrás:
"Nunca más". "Nunca más"

....con la cabeza apoyada - Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar, -y ya no usará nunca más!.



-"¡Miserable! me dije -¡Bebe, bebe el dulce filtro,y a Leonor olvidarás!".
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
"Never more"
-Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
-meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
-y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
-como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
-"Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
-sólo eso y nada más."
-¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
-Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
-Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma
-en mis libros, ni consuelo a la perdida abismal
-de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
-y aquí nadie nombrará.
-Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
-me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal
-que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:
"No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
-un tardío visitante esperando en mi portal. Sólo eso y nada más".
-Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
-"Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
-pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguito
-y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
-que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:
-sólo sombras, nada más.
-La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
-y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
-pero en este silencio atroz, superior a toda voz,
-sólo se oyó la palabra "Leonor", que yo me atreví a susurrar...
-sí, susurré la palabra "Leonor" y un eco volviola a nombrar.
-Sólo eso y nada más.
-Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
-pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
-"Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;
-veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.
-Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
-¡Es el viento y nada más!".
-Más cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
-agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
-Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
-con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
-en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
-fue, posose y nada más.
-Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,
-en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
-"Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser
-osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
-¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?"
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
-Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
-sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
-pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
-ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
-Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
-que se llamara "Nunca más".
-Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,
-como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.
-No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna
-hasta que al fin musité: "Vi a otros amigos volar;
-por la mañana él también, cual mis anhelos, volará".
-Dijo entonces:"Nunca más".
-Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
-"Sin duda - dije-, repite lo que ha podido acopiar
-del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
-que en su caída redujo sus canciones a un refrán:
"Nunca, nunca más".
-Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
-planté una silla mullida frente al ave y el portal;
-y hundido en el terciopelo me afané con recelo
-en descubrir que quería la funesta ave ancestral
-al repetir: "Nunca más".
-Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
-al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
-eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
-sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
- Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,
-y ya no usará nunca más!.
-Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso
-mecido por serafines de leve andar musical.
-"¡Miserable! -me dije-. ¡Tu Dios estos ángeles dirige
-hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
-¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás!".
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
-"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
-¿Del Tentador enviado o acaso una Tempestad
-trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
-a esta morada espectral? ¡Más te imploro, dime ya,
-dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galad!"
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
-"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
-Por el Dios que veneramos, por el manto celestial,
-dile a este desventurado si en el Edén lejano
-a Leonor , ahora entre ángeles, un día podré abrazar".
-Dijo el cuervo: "¡Nunca más!".
-"¡Diablo alado, no hables más!", dije, dando un paso atrás;
-¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!
-¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu Ultraje
-quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
-¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!"
-Dijo el cuervo: "Nunca más".

-Y el impávido cuervo osado aun sigue, sigue posado,
-en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
-y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña
-cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
-y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
-no se alzará...¡nunca más


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jueves, 19 de enero de 2017

DE PROFUNDIS.- Oscar Wilde. 1897

CELDA C 33, DE CÁRCEL DE READING, BERKSHIRE,INGLATERRA














No escribo esta carta para poner amargura en tu corazón, sino para arrancarla del mío. Es la razón de la carta de  más de doscientos folios  que le dirige Oscar Wilde a su amigo Bosie.


Artista de ideas elevadas, Oscar Wilde, hombre de éxito social, carismático y líder en pensamiento, literatura y moda; amoral, o sea, “sin moral”, en la sociedad victoriana, hipócrita, filistea, donde la apariencia lo era todo y donde todo estaba permitido si no era  público, conoció a Alfred Douglas, joven caprichoso, sin carácter, pero hermoso, de 21 años, hijo del marqués de Queensberry que le llevó primero a la ruina económica, el nivel de gastos de Douglas, que siempre pagaba Wilde, era muy elevado, y luego a la ruina social, profesional y espiritual.
La relación entre Alfred  y su padre  era de odio recíproco, y ambos utilizaron al escritor en una lucha indecente. Cuando el marqués dejó su tarjeta en el club de Oscar Wilde con el insulto:
                    
 “For Oscar Wilde posing a somdomite”
                       (Para Oscar Wilde, que presume de sodomita)
fue empujado por Alfred y sus abogados para que denunciara a su padre por difamación. Los abogados de marqués aportaron suficientes pruebas de su vida (¿licenciosa?) y Oscar Wilde pasó de denunciante a ser juzgado por “conducta indecente”, sofisma con el que llamaban a la homosexualidad; fue condenado a dos años de trabajos forzosos y a pagar las costas del juicio. Declarado en bancarrota perdió los derechos de autor de sus obras escritas y de las que en el futuro escribiera.
El artista para quien la vida había sido un paseo por el jardín de los placeres, el lujo y la admiración, hubo de conocer el desprecio, la pobreza y el abandono como un miserable preso común. 
Después de un período de desesperación con deseos de morir, se despertó en él la virtud de la Humildad y disfrutó de una evolución íntima sublime que le hizo disfrutar de las delicias espirituales, muy superiores a los materiales. Es en este momento cuando escribe De Profundis, la carta a su amigo-amante  Bosie. Una carta gloriosa, escrita con el alma, para la liberación de su espíritu y con la intención de liberar también el alma de Alfred: «Viniste a mí para aprender el Placer de la Vida y el Placer del Arte. Acaso se me haya escogido para enseñarte algo que es mucho más maravilloso, el significado del Dolor y la Belleza. Tu amigo que te quiere, Oscar Wilde».
No sabemos si Alfred aprendió el significado del Dolor y la Belleza, del Amor y la Humildad, pero sí que Wilde nos dejó una composición de arte magnífica llena de espiritualidad y trascendencia, una obra inmortal.


NOTAS.-

PROGRESO ESPIRITUAL
ü  Si encuentras una sola excusa falsa para ti, enseguida encontrarás un ciento, y serás exactamente lo mismo que fuiste antes.
ü  El vicio supremo es la superficialidad. Todo lo que se comprende está bien. (Lo repite cinco veces en la carta)
ü  Todo le tiene a uno que venir de su propia naturaleza. De nada vale decirle a nadie algo que no puede sentir y que no puede entender.
ü  Recuerda que el necio a los ojos de los dioses y el necio a los ojos del hombre son muy distintos…El verdadero necio, ese del que los dioses se ríen o al que arruinan, es el que no se conoce a sí mismo.
ü  La base del carácter es la fuerza de voluntad.
ü  En la vida no hay verdaderamente cosa pequeña ni grande. Todas las cosas son del mismo valor y del mismo tamaño.
ü  Las cosas grandes de la vida son lo que parecen, y por esa razón, por extraño que te resulte, a menudo son difíciles de interpretar. Pero las cosas pequeñas de la vida son símbolos. Por ellas es como mejor recibimos las lecciones amargas.
ü  Vine a ser el manirroto de mi propio genio… El deseo, al final, era una enfermedad, o una locura, o ambas cosas. Me hice desatento a las vidas de los demás. Tomaba el placer donde me placía y seguía de largo
ü  Olvidé que cada pequeña acción de cada día hace o deshace el carácter.
ü  Únicamente cuando ha perdido todas las cosas sabe uno que posee su alma.
ü  Estoy completamente sin dinero, y absolutamente sin hogar. Pero hay en el mundo cosas peores.
ü  Porque solo realiza uno su alma desprendiéndose de todas las pasiones ajenas, de toda la cultura adquirida, y de todas las posesiones exteriores, sean buenas o malas.
ü  Es trágico que tan pocas personas posean su alma antes de morir.
ü  Con alma de poeta y cuerpo de mendigo el camino de la perfección no le fue difícil.
AMOR
ü  El Amor se alimenta de la imaginación, que nos hace más sabios que lo que sabemos, mejores que lo que sentimos, más nobles que lo que somos; que nos capacita para ver la Vida como un todo; que es lo único que nos permite comprender a los demás en sus relaciones así reales como ideales. Solo lo bello, y bellamente concebido, alimenta el Amor.
ü  ¿Tú crees realmente que en algún periodo de nuestra amistad fuiste digno del amor que te mostré?, ¿ni que por un instante pensé que lo fueras?.  Yo sabía que no lo eras. Pero el Amor no trafica en un mercado, ni usa balanza de mercachifle. Su dicha, como la dicha del intelecto, es sentirse vivo. El objetivo del Amor es amar: ni más ni menos
ü  Hay un tacto en el amor, y un tacto en la literatura.
ü  Hace unas seis semanas el médico me autorizó a comer pan blanco en vez del pan basto, negro o moreno, del rancho normal de la cárcel. Es una gran exquisitez. A ti te resultará extraño que un pan seco pueda ser una exquisitez para nadie. Yo te aseguro que para mí lo es tanto que al terminar cada comida me como cuidadosamente las migas que puedan quedar en mi plato de lata, o que hayan caído sobre la toalla áspera que se usa como mantel para no manchar la mesa; y no por hambre -ahora me dan de comer bastante y más-, sino simplemente porque no se desperdicie nada de lo que me dan. Así habría que mirar el amor.  
ü  Si algún amor se tiene con nosotros, deberíamos reconocer que somos totalmente indignos de él. Nadie es digno de ser amado, aunque mejor sería decir  que toda persona es digna de amor, salvo la que cree serlo.  
ODIO
ü  En ti el Odio siempre fue más fuerte que el Amor…Tú no te dabas cuenta de que no hay sitio para las dos pasiones en una misma alma.
ü  El Odio ciega. Sutilmente, en silencio y en secreto, el Odio iba royendo tu naturaleza, como muerde el liquen la raíz de una planta ajada, hasta que llegaste a no ver otra cosa que los intereses más ruines y los objetivos más mezquinos. Esa facultad que el Amor habría alentado en ti, el Odio la envenenó y paralizó.
ü  No pensabas más que en la manera de llevar a tu padre a la cárcel. Verle en el banquillo, como solías decir: esa era tu única idea.
ü  Estoy aquí por haber intentado llevar a la cárcel a tu padre.
ü  El Odio te concedió todo lo que querías. Fue un Señor indulgente contigo. Lo es, en efecto, con todos los que le sirven.
ü  El Odio, aun tienes que aprenderlo, es, intelectualmente considerado la Negación Eterna. Considerado desde el punto de vista de las emociones es una forma de Atrofia, y mata todo lo que no sea él mismo.
DOLOR
ü  Tras la Alegría y la Risa puede haber un temperamento grosero, duro y encallecido. Pero tras el Dolor siempre hay Dolor.
ü  Hay momentos en que el Dolor me parece ser la única verdad… en el nacimiento de un niño o de una estrella hay dolor.
ü  Placer para el cuerpo hermoso, pero Dolor para el Alma hermosa.
ü   PECADO
ü  Solo aquel en cuya vida no haya ninguna mancha puede perdonar pecados.
ü  Los pecados de la carne no son nada. Son enfermedades para que las cure un médico, si es que hay que curarlas. Solo los pecados del alma son vergonzosos.
ü  No lamento ni un solo instante haber vivido para el placer. Lo hice hasta el fondo, como se debe hacer todo lo que uno haga.
ü  Los grandes pecados del mundo tienen lugar en el cerebro.



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miércoles, 4 de enero de 2017

EL RETRATO DE DORIAN GRAY.- Oscar Wilde

Novela escrita por Oscar Wilde, publicada en 1890.

La vanidad narcisista de Dorian Gray es el eje de la novela. Si Narciso muere ahogado en el reflejo de su imagen en las aguas de un lago, Dorian Gray  muere por su propia mano intentando salvar su cuerpo, su belleza física, de la fealdad monstruosa de su alma.

Aunque el autor no pretenda escribir sobre la moralidad ("no hay libro moral o inmoral, solo libro bien o mal escrito")  y toda la novela sea un canto al placer vacuo, acaba dando la lección moral de que no todos los medios valen para satisfacer la búsqueda de la felicidad.

Dorian Gray, joven de excelsa belleza es pintado por su amigo Basil Hallward quien se enamora de su hermosura. En el  estudio del pintor,  Gray conoce a Lord Henry Wotton, amigo de Basil,  un noble de extraordinario ingenio verbal, cínico y hedonista que cautiva la inocencia del joven Dorian.

El cuadro que pinta Basil es magnífico y Dorian Gray piensa que es una pena que el cuadro permanezca siempre bello mientras él envejecerá y perderá su gallardía. Hace un ruego que se cumple, entregaría su alma a cambio de que sea la pintura y no él el que envejezca
Bajo la influencia de Lord Henry se entrega a todos los placeres y a todos los vicios. Mientras Dorian mantiene la frescura de su juventud, el cuadro pintado por Basil recibe las señales de la maldad y la corrupción. Gray irá viendo  en la pintura la descomposición progresiva  de su alma.
Enamora y engaña a Sibyl Vane, joven  y hermosísima actriz a la que lleva al suicidio. Asesina a su enamorado pintor Basil,  quien  pretende salvarle de la perdición a la que está abocado. Alan Campbell, antiguo amigo de desenfrenos, se suicida al involucrarlo en el asesinato del pintor y James Vane, hermano de Sibyl Vane muere al intentar vengar la muerte de su hermana.
Aunque tanta maldad no se refleje en su hermoso y joven cuerpo, su conciencia lo atormenta y comprueba la fealdad de su alma en la pintura. Creyendo que si destruye el cuadro se verá libre de sus pecados, apuñala al lienzo. Un grito desgarrador se oye en la casa, cuando los criados entran en la habitación descubren un magnífico cuadro de Dorian Gray, tal como lo habían visto la última vez, joven y sublime y en el suelo el cadáver de un viejo de rostro repelente, con un cuchillo clavado en el corazón, por sus ropas y sus joyas reconocen el cuerpo deforme de Dorian Gray.


OSCAR WILDE  (Dublín, 1854 - París, 1900)

Escritor, poeta y dramaturgo británico famoso por sus epigramas y su defensa del arte por el arte en sí mismo.
Personaje líder intelectual de su época hasta que cayó en desgracia.

En la cumbre de su fama, Alfred Douglas su amigo y amante quien odiaba visceralmente a su padre, el marqués de Queensberry, obligó al escritor a demandarlo por difamación, pues el marqués lo acusaba públicamente de sodomía, delito penado entonces con prisión. El marqués aportó en el juicio suficientes pruebas de la homosexualidad  de Wilde y éste fue condenado a dos años de trabajos forzados.
En la cárcel escribió una larga carta a Alfred,
De Profundis; reflexiva y emocionante epístola sin rencor y sin prejuicios. Fue publicada por su hijo Vyvyan Holland (antes Vyvyan Wilde) en 1949. 

La mujer de Oscar Wilde cambió el apellido de sus dos hijos y nunca más le permitió verles,  aunque no se divorció.
Cuando salió de la cárcel se hizo llamar Sebastian Melmoth, vivió varios meses con Alfred hasta que sus respectivas familias les amenazaron con no darles más fondos. Murió en soledad a los 46 años, en París, con problemas económicos agravados por su adicción al alcohol.
En mayo de 1995, el gobierno, la corona y el pueblo inglés le rindió un homenaje y Oscar Merlin Holland Wilde, nieto el escritor recibió las disculpas públicas de los descendientes  del marqués de Queensberry.


EPIGRAMAS EN DORIAN GRAY

ü  Sólo los sentidos pueden curar el alma, así como el alma es lo único que puede curar los sentidos.
ü  La única diferencia entre un capricho y una pasión para toda la vida, es que el capricho dura un poco más.
ü  Me interesan las personas más que sus principios, y las que no tienen ninguno, más que nada en el mundo.
ü  No  podemos soportar que los demás tengan los mismos defectos que nosotros.
ü  Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados.
ü  ¡El clamor no es más que una cuestión fisiológica!
ü  Los jóvenes se empeñan en ser fieles y no pueden; los viejos tratan de no serlo, y tampoco pueden.
ü  Para recobrar la juventud no tiene uno más que repetir sus locuras.
ü  La fidelidad es a la vida sentimental lo que la consecuencia en las ideas es a la vida intelectual: simplemente una confesión de impotencia.
ü  Los que permanecen fieles no conocen más que el lado trivial del amor; sólo los infieles saben de sus tragedias.
ü  No  podelemos soportar que los demás tengan los mismos defectos que nosotros.
ü  Las pasiones sobre cuyo origen nos engañamos, son las que nos tiranizan más duramente.
ü  A veces, algunas veces, muchas veces quizá, el sastre que llaman Sentido Común viste de prudencia a la cobardía.
ü  Los hijos comienzan por querer a sus padres al hacerse mayores, los juzgan; y a veces, hasta los perdonan.
ü  Cuando la miseria entra cautelosamente por la puerta, el amor entra volando por la ventana. (rehaciendo refranes)
ü  Cuando un hombre se decide a hacer una estupidez, siempre es por los motivos más elevados.
ü  En cuanto a lo de frustrar una vida, sólo se frustra aquello cuyo desarrollo se estaciona.
ü  Las mujeres nos inspiran el deseo de hacer obras maestras, y nos impiden siempre llevarlas a cabo.
ü  No hay más que dos clases de personas que sean realmente sugestivas: las que lo saben todo, y las que no saben nada en absoluto.
ü  Cualquier hombre puede ser feliz con una mujer, mientras no se enamore de ella.
ü  A mí me agradan los hombres que tienen un futuro y las mujeres que tienen un pasado
ü  La vida es demasiado corta para cargar sobre nuestros hombros los errores ajenos. Cada hombre vive su propia vida, y paga su precio por vivirla.
ü  La imaginación es la que pone al remordimiento sobre la pista del pecado
ü  La base de toda maledicencia es una certidumbre inmoral
ü  Claro que la vida conyugal no es más que una costumbre; una mala costumbre. Pero hasta las peores costumbres siente uno perderlas.
ü  Todo lo que se hace muy a menudo llega a convertirse en placer -Este es uno de los secretos más importantes de la vida.
ü  Las cosas de que uno está absolutamente seguro nunca son ciertas.
ü  Para recobrar mi juventud, no hay nada en el mundo que yo no fuera capaz de hacer, menos levantarme temprano, hacer ejercicio o parecer respetable.
ü  La tragedia de la vejez no es ser viejo, sino continuar siendo joven.
ü  La fuerza bruta, todavía se concibe; pero la razón bruta es completamente intolerable.
ü  El placer es el testimonio de la Naturaleza, su signo de aprobación.
ü  Cuando somos felices, siempre somos buenos; pero cuando somos buenos, no siempre somos felices.
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