martes, 13 de septiembre de 2022
EL PUENTE SOBRE EL RÍO KWAI.-
lunes, 12 de septiembre de 2022
miércoles, 29 de diciembre de 2021
JUAN SALVADOR GAVIOTA
JUAN SALVADOR GAVIOTA. PDF
Juan Salvador Gaviota es una fábula novelada en la que el
protagonista pasa por diversas fases existenciales de evolución.
Es un himno a la libertad, al respeto, a la comprensión, al amor y a la
superación individual en la búsqueda incansable de la perfección.
En la primera etapa Juan se ve rechazado por sus compañeros
por no someterse a las reglas que rigen en su comunidad y aceptadas de manera
inconsciente por todos.
En la segunda fase, Juan Salvador ha trascendido a otro nivel
espiritual fuera de la Tierra, cree estar en el Cielo, pero el Cielo no es un
lugar, ni es un tiempo. Aprende que el Cielo es la perfección y sigue
esforzándose por conseguirla. Se acuerda de sus hermanos de la Tierra y decide
ayudarlos a encontrar la razón de la
existencia, la verdad y la libertad.
En la tercera parte muestra a sus alumnos el camino de la
perfección basado en el amor y la comprensión, en ver más allá de lo aparente y
a librarse de las cargas materiales que los atan a la Tierra. “Tu cuerpo entero, de extremo a extremo del
ala, no es más que tu propio pensamiento, en una forma que puedes ver. Rompe
las cadenas de tu pensamiento, y romperás también las cadenas de tu cuerpo.” Dice
Juan Salvador Gaviota.
NOTAS
Para la mayoría de las gaviotas, no es volar lo que importa,
sino comer. Para esta gaviota, sin embargo, no era comer lo que le importaba,
sino volar.
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Se encontró mejor por su decisión de ser como otro cualquiera de la Bandada.
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Olvidó sus resoluciones de hace un momento, arrebatadas por ese gran viento.
Sin embargo, no se sentía culpable al romper las promesas que
había hecho consigo mismo. Tales promesas existen solamente para las gaviotas
que aceptan lo corriente. Uno que ha palpado la perfección en su aprendizaje no
necesita esa clase de promesas.
Sólo pensó en el triunfo
---
Cuando sepan, pensó, lo del Descubrimiento, se pondrán locos de alegría.
¡Cuánto mayor sentido tiene ahora la vida! ¡En lugar de nuestro lento y pesado ir
y venir a los pesqueros, hay una razón para vivir! Podremos alzarnos sobre
nuestra ignorancia, podremos descubrirnos como criaturas de perfección, inteligencia
y habilidad. ¡Podremos ser libres! ¡Podremos aprender a volar!
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—Juan Salvador Gaviota —dijo el Mayor—. ¡Ponte al Centro para tu Vergüenza ante
la mirada de tus semejantes! —...por su irresponsabilidad temeraria —entonó la
voz solemne—, al violar la dignidad y la tradición de la Familia de las
Gaviotas... —... algún día, Juan Salvador Gaviota, aprenderás que la irresponsabilidad
se paga.
La vida es lo desconocido y lo irreconocible, salvo que hemos
nacido para comer y vivir el mayor tiempo posible.
— ¿Irresponsabilidad? ¡Hermanos míos! —gritó—. ¿Quién es más responsable
que una gaviota que ha encontrado y que persigue un significado, un fin más
alto para la vida?
Juan Salvador Gaviota pasó el resto de sus días solo, pero
voló mucho más allá… Juan Gaviota descubrió que el aburrimiento y el miedo y la
ira, son las razones por las que la vida de una gaviota es tan corta, y al
desaparecer aquellas de su pensamiento, tuvo por cierto una vida larga y buena.
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…allí estaba el mismo y joven Juan Gaviota, el que siempre había existido
detrás de sus ojos dorados, pero la forma exterior había cambiado. La docena de
gaviotas que estaba cerca de la playa vino a saludarle sin que ni una dijera
una palabra.
Durante largo tiempo Juan se olvidó del mundo de donde había
venido, ese lugar donde la Bandada vivía con los ojos bien cerrados al gozo de
volar.
---
La única respuesta que puedo dar, Juan, es que tú eres una gaviota en un
millón. La mayoría de nosotros progresamos con mucha lentitud. Pasamos de un
mundo a otro casi exactamente igual, olvidando en seguida de donde habíamos
venido, sin preocuparnos hacia dónde íbamos, viviendo solo el momento presente.
¿Tienes idea de cuántas vidas debimos cruzar antes de que lográramos la primera
idea de que hay más en la vida que comer, luchar o alcanzar poder en la
Bandada? ¡Mil vidas, Juan, diez mil! Y luego cien vidas más hasta que empezamos
a aprender que hay algo llamado perfección, y otras cien para comprender que la
meta de la vida es encontrar esa perfección y reflejarla. No aprendas nada, y el
próximo será igual que éste, con las mismas limitaciones y pesos de plomo que
superar.
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—Chiang, este mundo no es el verdadero cielo, ¿verdad?
—No, Juan, no hay tal lugar. El cielo no es un lugar, ni un
tiempo. El cielo consiste en ser perfecto. y la perfección no tiene límites. —Puedes
ir al lugar y al tiempo que desees.
—Para volar tan rápido como el pensamiento y a cualquier sitio que exista —dijo—,
debes empezar por saber que ya has llegado...
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— ¡Pero si es verdad! ¡Soy una gaviota perfecta y sin limitaciones! —Y se estremeció
de alegría.
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Tenemos que rechazar todo lo que nos limite.
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…elegimos nuestro mundo venidero mediante lo que hemos aprendido de éste. No
aprendas nada, y el próximo será igual que éste, con las mismas limitaciones y
pesos de plomo que superar
sábado, 18 de septiembre de 2021
LA REGENTA
LA REGENTA
2 de 3: https://bit.ly/2XpJaly
3 DE 3: https://bit.ly/3hMwuwp
Aitana Sánchez-Gijón como Ana Ozores
Carmelo Gómez como Fermín de Pas
Juan Luis Galiardo como Álvaro Mesía
Amparo Rivelles como Doña Paula
Héctor Alterio como Víctor Quintanar
Cristina Marcos como Petra
Fiorella Faltoyano como Visitación
Miguel Rellán como Tomás
Crespo "Frígilis"
María Luisa Ponte como Petronila Rianzares
Manuel Alexandre como Santos Barinaga
sábado, 9 de enero de 2021
LA VIDA ES SUEÑO. CALDERÓN DE LA BARCA, PEDR0 (1.600- 1681)
1968. - Julián Mateos en el papel de Segismindo (Monólogo de Segismundo)
"...estamos en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que agravia y ofende,
sueña el que afana y pretende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
de estas prisiones cargado;
y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son."
COMPLETA EN WORD
https://drive.google.com/file/d/1gY9P58-YFPeXX2k-rp4bjHlLrNqUPSlD/view?usp=sharing
lunes, 14 de septiembre de 2020
TAO TE CHING de Lao Tsé
PRÓLOGO
Tao Te Ching puede traducirse por
El libro de la inmanencia del sendero o El libro del sendero y de su
manifestación en el mundo o, simplemente, El libro del sendero. Puesto que esta
obra es ya popularmente conocida por su título chino, he decidido conservarlo.
En lo que se refiere a Lao Tse,
su autor, poco cabe decir. Es posible que fuera contemporáneo de Confucio
(551-479 a. C.) y que ocupara la posición de archivero real en alguno de los
diminutos reinos de la época.
Al igual que un indio iroqués,
Lao Tse no dejó huellas. Todo cuanto dejó fue su libro: una de las maravillas
del mundo y un manual ya clásico acerca arte de vivir, escrito con un estilo
tan lúcido como una gema, radiante de gracia y humor y dotado de profunda
sabiduría e inmenso corazón.
En general, se considera que Lao
Tse era un ermitaño. A partir de sus enseñanzas, sin embargo, resulta evidente
que se trataba de alguien que se interesaba profundamente por la sociedad, en
el sentido de que la sociedad procura el bienestar de nuestros semejantes, los
seres humanos.
Su libro es, entre otras cosas,
un tratado sobre el arte del dirigir, ya sea un país o una familia.
Un error muy común es
malinterpretar su insistencia en «no hacer nada» (traducción literal de wei wu
wei), asimilando ese concepto a pasividad. Nada hay más lejos de la verdad. Un
atleta puede entrar en un estado de conciencia corporal tal que el golpe
apropiado o el movimiento correcto suceden por sí mismos, sin esfuerzo y sin
interferencia de la voluntad consciente. Esto es un paradigma de la no-acción:
la más pura y efectiva forma de acción. Es el propio juego quien juega el juego;
el poema se escribe a sí mismo, no es posible separar danza y danzante.
Cada vez es más superfluo forzar
las cosas hasta que al fin se llega a la no-acción.
Cuando nada se hace, nada queda
por hacer.
«Nada se hace», ya que el actor
se ha desvanecido totalmente en la acción; el combustible se ha transformado
plenamente en llama. De hecho, esta «nada» lo es todo.
Esto es lo que sucede cuando
confiamos en la inteligencia del universo, de la misma manera que el atleta o
el bailarín confían en la inteligencia de su cuerpo. De ahí que Lao Tse ponga
tanto énfasis en la suavidad. Este término significa lo opuesto a rigidez y
evoca flexibilidad, adaptabilidad y perdurabilidad.
La figura central de esta obra de
Lao Tse es el Maestro, un hombre o una mujer cuya vida está en perfecta armonía
con el modo en que son y suceden las cosas. Esto no es una idea, es una
realidad; yo lo he visto.
El Maestro lo es porque ha
alcanzado maestría sobre la naturaleza; no en el sentido de haberla conquistado,
sino en el de ser él mismo naturaleza. Al rendirse al Tao abandonando todo
concepto, juicio y deseo, su mente es, por naturaleza, compasiva. El Maestro
halla así en lo más profundo de su propia experiencia las verdades esenciales
del arte de vivir, las cuales sólo son paradójicas en la superficie: cuanto más
auténticamente solitarios, más compasivos podemos ser; cuanto más nos
desapegamos de lo que amamos, más presente es nuestro amor; cuanto más clara es
nuestra percepción de lo que está más allá del bien y del mal, más plenamente
podemos encarnar el bien. Hasta que, finalmente, el Maestro puede afirmar con
toda humildad: «Yo soy el Camino (el Tao), la Verdad y la Vida».
La enseñanza del Tao Te Ching es
moral en el sentido más profundo del término. Desembarazado de todo concepto de
pecado, el Maestro no ve en el mal una fuerza a lo que haya que resistirse,
sino sólo una opacidad, un estado de autoabsorción que está en desarmonía con
el proceso universal y que, al igual que la suciedad de una ventana, obstruye
el paso de la luz. Es por hallarse libre de toda categoría moral que el Maestro
puede ser auténticamente compasivo con los malvados y egoístas.
Así, el Maestro es accesible a
todos y no rechaza a nadie. Emplea todas la situaciones y no desperdicia nada. A
esto se le llama encamar la luz.
¿Qué es un buen hombre sino
maestro de un hombre malo? ¿Qué es un mal hombre sino la tarea de un hombre
bueno? Si no comprendes esto, te perderás, por inteligente que seas.
Este es el gran secreto.
El lector observará que he
empleado el término masculino en aquellos pasajes en los que Lao Tse habla del
Maestro. Esta elección se debe solamente a economía de lenguaje, debiendo
entenderse, no obstante, que el Maestro puede ser tanto hombre como mujer. De
hecho, de entre todas las filosofías o religiones del mundo, las enseñanzas de
Lao Tse son, con mucho, las más femeninas. Por ello, siéntase el lector libre
de sustituir «él» por «ella» a su placer.
Stephen Mitchell (Traductor de
esta edición)
domingo, 26 de julio de 2020
jueves, 2 de julio de 2020
En 1918 Yákov Protanazov hace de ella una película muda, considerada obra maestra del cine mundial.
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