jueves, 2 de julio de 2020

EL PADRE SERGIO.- León Tolstoi 1890.



Leon Tolstoi escribe esta obra en 1890 y se publica en el 98. 
En 1918 Yákov Protanazov hace de ella una película muda, considerada obra maestra del cine mundial.
En el  personaje de Tolstoi, Stepán Kasatski,  vemos los  vicios a los que el ser humano es atraído, como son la soberbia, la ira, la gula, la lujuria o la avaricia y como Kasatski busca en la virtud la felicidad y la perfección.
Siendo muy joven entra al servicio de la guardia de palacio del zar Nicolás I, donde le espera un brillante porvenir debido a sus dotes naturales de gracia física, inteligencia y deseo de superación.
Se promete en matrimonio con una hermosa dama de la más alta aristocracia. Su destino cambia drásticamente al conocer la relación íntima y secreta que su prometida mantiene con el zar. Despechado deja la corte y entra en un convento cristiano ortodoxo y es ordenado sacerdote con el nombre de Sergio.  No satisfecho su espíritu y buscando la perfección en su nueva vida, se hace ermitaño.
Dedica todo su tiempo a la meditación, con los años, su fama de santo crece al tiempo que se debilita su fuerza espiritual.
El alma de Sergio lucha contra los efímeros placeres físicos porque sabe que la felicidad auténtica es la que nace de las virtudes espirituales  y que se alcanzan con voluntad y fortaleza.

 CUATRO NOTAS
1.- El padre Sergio vivió siete años más en su ermita. Al principio aceptaba muchas de las cosas que le llevaban: té, azúcar, pan blanco, leche, ropas, leña. Pero a medida que transcurría el tiempo imponía más rigor a sus costumbres, y fue renunciando a todo lo superfluo. Llegó, por fin, a no aceptar más que pan negro una vez a la semana. Todo cuanto le llevaban lo distribuía entre los pobres que acudían a verle.
2.- La fama del padre Sergio, agrandando como siempre en estos casos la importancia de los actos realizados, se fue extendiendo hasta lugares cada vez más lejanos.
3.- No, no existe Dios para quien vive como vivía yo, pensando en alcanzar la gloria entre los hombres.
4.- Cuanta menos importancia tenía la opinión de los hombres, tanto más intensamente dejaba sentir su presencia Dios.

   IR AL ÍNDICE

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias,tu comentario será publicado en breve