domingo, 26 de febrero de 2017

EL LAZARILLO DE TORMES



EL LAZARILLO DE TORMES.PDF

Lázaro de Tormes, pregonero toledano, trata 
de explicar   en una carta “el caso”  que algún personaje importante le pide que explique :Y pues V.M. escribe se le escriba y relate el caso por muy extenso, parecióme no tomalle por el medio, sino por el principio, porque se tenga entera noticia de mi persona, ...”
Y siendo el librito corto, larga es la carta y cumple con la entera noticia de su persona desde el momento de su nacimiento en un molino en medio del río Tormes en Salamanca, su infancia paupérrima y su juventud miserable, hasta llegar a la mezquina prosperidad como pregonero en la ciudad de Toledo, triste oficio pero bien pagado. 

Siendo ya funcionario real, fíjase en él el arcipreste de Sant Salvador y lo casa con una su criada proporcionándoles, el tal párroco, una casa al lado de la suya, comida y ropa... Lázaro conoce por fin la vida tranquila y plácida, aunque malas lenguas van diciendo no sé qué y sí que sé. 

Aquí el caso que nuestro Lázaro debe relatar pues ha causado “alarma social”. Caso bochornoso e infame de tríos consentidos entre clérigo, criada y marido, gravemente penado por la ley de la época. (¡Por Dios, a dónde iremos a parar!)

Sencillas, sabias y  divertidas son las palabras que el pregonero de Toledo utiliza para relatar el caso y hacernos comprender, a  “Vuestra Merced” y a los lectores, que la decisión que tomó es la más acertada, la más justa y la más beneficiosa para él, para su mujer, para el cura de Sant Salvador y para todos los que ahondemos en él, pues nuestro conocimiento y virtud se verán agrandados con mucho agrado.
Aunque el cornudo es el postrero que se entera, cuando las maledicencias llegaron a oídos del marido, Lázaro prudentemente preguntó a su mujer delante del clérigo y ésta juró, perjuró y lo maldijo tanto, que el pobre se arrepintió de haber dudado de ella; mientras que el arcipreste le aconsejó con inteligentes palabras: ““Lázaro de Tormes, quien ha de mirar a dichos de malas lenguas, nunca medrará. Digo esto porque no me maravillaría alguno, viendo entrar en mi casa a tu mujer y salir della. Ella entra muy a tu honra y suya, y esto te lo prometo. Por tanto, no mires a lo que pueden decir, sino a lo que te toca, digo a tu provecho.”

Así quedó zanjada la cuestión quedando en libertad la dama para entrar y salir de casa del cura a cualquier hora del día o de la noche, pues Lázaro quedó bien seguro de su bondad y los tres quedaron conformes. Desde entonces Lázaro no consiente que nadie hable mal de su mujer porque es la cosa que más quiere en el mundo y la ama más que a sí mismo.

Claro que estas acertadas decisiones no están al alcance de cualquier persona aunque haya estudiado en prestigiosas universidades, solo los que han padecido privaciones y han tenido la fortuna de conocer los maestros con los que Lázaro vivió, pueden llegar a tan expertas conclusiones.
Para llegar a ese doctorado, Lázaro hubo de criarse niño huérfano de padre con madre amancebada con criado negro y hermanastro negrito, a quien le daba miedo ver a su padre negro entre todos los blancos,  no viéndose a sí mismo negro.
Cuando ya mozuelo capaz de hacer recados, su madre se lo entrega como guía a un ciego, quien a base de calabazadas, jarrazos y tolondrones le hace un punto más sabio que el diablo. Cuenta Lázaro que le dijo el ciego: ““Yo oro ni plata no te lo puedo dar, mas avisos para vivir muchos te mostraré.”


Y él agradecido comenta: “Y fue ansi, que después de Dios, éste me dio la vida, y siendo ciego me alumbró y adestró en la carrera de vivir. Huelgo de contar a V.M. estas niñerías para mostrar cuanta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos, cuánto vicio.”

Habiendo aprendido todo lo que el ciego le podía enseñar y cansado de tantos palos, lo abandona en un día de lluvia, herido y en el suelo embarrado,  después de haberle hecho dar un gran salto estrellándose contra una columna, como venganza por las palizas recibidas. “¿Cómo, y olistes la longaniza y no el poste? ¡Ole!¡Ole! -le dije yo. 

Y dejéle en poder de mucha gente que lo había ido a socorrer, y tomé la puerta de la villa en los pies de un trote, y antes que la noche viniese di conmigo en Torrijos. No supe más lo que Dios dél hizo, ni curé de lo saber.”
 
Escapa del trueno y cae en el relámpago con su nuevo amo. Si el ciego era avaro, el clérigo al que sirve por seis meses es la idea en estado puro de la avaricia; si con aquel hubo de usar ingenio para matar el hambre, con éste debe llegar a la maestría para que el hambre no le mate. Una cebolla para cuatro días y el repaso de los huesos de cabeza de carnero, bien roídos, los sábados, era todo su alimento, mientras el capellán le animaba: “Toma, come, triunfa, que para ti es el mundo. Mejor vida tienes que el Papa.”

Con imaginación consigue hurtarle algo de pan que el avaro guardaba bajo llave; descubierto y golpeado lo expulsa de su casa diciéndole: “Lázaro, de hoy mas eres tuyo y no mío. Busca amo y vete con Dios, que yo no quiero en mi compañía tan diligente servidor. No es posible sino que hayas sido mozo de ciego.” 

Y santiguándose de mí como si yo estuviera endemoniado, tornase a meter en casa y cierra su puerta.”



Fortuna adversa la de Lázaro de Tormes, quien llegando Toledo viene a hacerse criado de un escudero venido a nada, al cual, movido de caridad y misericordia, tiene que alimentar con el fruto de la mendicidad; en pago recibe el conocimiento de la bondad que en sí encierra la virtud de la abstinencia y del ayuno: “Vivirás más y más sano -me respondió-, porque como decíamos hoy, no hay tal cosa en el mundo para vivir mucho que comer poco.”

Lázaro demuestra su buen corazón al querer bien al pobre escudero porque comprende que el que nada tiene, nada puede dar; así que Lázaro compasivo porque su amo comiera, quedaba él sin comer.

En la suerte de este escudero vemos modos, costumbres, vicios y virtudes de la nobleza baja de la España imperial de Carlos V
(NOBLE VENIDO A MENOS)

Acaba su relación con la huída del escudero cuando vienen a cobrarle el alquiler de casa y cama. “Así, como he contado, me dejó mi pobre tercero amo, do acabé de conocer mi ruin dicha, pues, señalándose todo lo que podría contra mí, hacía mis negocios tan al revés, que los amos, que suelen ser dejados de los mozos, en mí no fuese ansí, mas que mi amo me dejase y huyese de mí.”

Ocho días estuvo con un fraile mercedario, trotacaminos y amigo de seglares ; se fue luego a servir a otro fraile buldero, o sea de los que recorrían los pueblos vendiendo bulas papales que concedían indulgencias y perdones. Gran actor, artificioso y embaucador, comerciante de milagros aparentes. Cuatro meses sirvió al falso profeta.
Púsose luego al servicio de un buhonero que vendía las panderetas que pintaba.

Dejando ya de ser niño, otro capellán lo toma por criado y le entrega un asno, cuatro cántaros y un azote y le pone a vender agua por la ciudad. Gran momento que le cambia la vida a Lázaro pues con los dineros que logra ahorrar en cuatro años se puede vestir honradamente de ropa vieja y mercar una espada de Cuéllar.

Viéndose vestido de hombre de bien, abandona el negocio del borrico y el agua y asienta como hombre de justicia con un alguacil, mas viendo los peligros que corría y los palos que a su amo le dieron, renegó del empleo y ayudado de amigos y señores viene a verse en el oficio real de pregonero toledano con el que piensa mejorar su vida sabiendo que el que quiera medrar, iglesia, mar u oficio real.
Acercándose a los buenos, por ser uno de ellos, acepta casarse con la criada del arcipreste arriba mencionado llegando de esta manera “su prosperidad y a la cumbre de toda buena fortuna”

Y hasta el día de hoy, nunca nadie nos oyó sobre el caso; antes, cuando alguno siento que quiere decir algo della, le atajo y le digo: 

“Mira: si sois amigo, no me digáis cosa con que me pese, que no tengo por mi amigo al que me hace pesar; mayormente si me quieren meter mal con mi mujer, que es la cosa del mundo que yo mas quiero, y la amo más que a mí. Y me hace Dios con ella mil mercedes y más bien que yo merezco; que yo juraré sobre la hostia consagrada que es tan buena mujer como vive dentro de las puertas de Toledo. Quien otra cosa me dijere, yo me mataré con él.”

Y así que no habiendo daño de nadie, no hay caso, sólo virtud.  De todos es conocido que los mansos de espíritu, como Lázaro, poseerán la tierra,  la generosidad del cura  será recompensada con el ciento por uno y que por el amor que la mujer derrocha, será premiada tanto en la tierra como en el cielo.
Solo la envidia de los murmuradores pretendía empañar la dignidad del buen Lázaro de Tormes, que bien supo tener la virtud de subir siendo bajo

ADEMÁS:
Si todas las villas y lugares de la Macha contienden por ahijarse a don Quijote, son innumerables los escritores a los que se pretende otorgar la autoría del Lazarillo de Tormes, siendo que el autor es el mismo Lázaro González Pérez, hijo de Tomé González y Antona Pérez conocido por Lázaro de Tormes, pues es él quien en esta larga carta cuenta su historia en primera persona. Él es el autor y no ese tal Anónimo con que los editores firman el libro, así como Cide Hamete Benengeli es el autor del Quijote y no el tal Miguel de Cervantes, como todo el mundo asegura.
¡A cada uno lo suyo, señor! 

                                                   José F. Álvarez

domingo, 29 de enero de 2017

WILLIAN WILSON - Edgar Allan Poe

"...de haber sido hermanos, hubiéramos sido gemelos"


COMENTARIO 
El relato en primera persona bien se asemeja una confesión del propio autor que oculta su nombre en el de Willian Wilson. Varios datos del cuento coinciden con los reales del escritor. Poe nació el 19 de enero al igual que Wilson, ambos estudiaron cinco años en un brumoso colegio de Inglaterra y si Wilson fue Oxford, a la universidad más disoluta de Europa, Allan Poe estuvo en la de Virginia, la más libertina de Norteamérica. Los dos se dejaron arrastrar por el alcohol, el juego y otras seducciones todavía más peligrosas. Y si Willian Wilson próximo a morir se pregunta: “Entre tus esperanzas y el cielo, ¿no aparece suspendida para siempre una densa, lúgubre, ilimitada nube?” , Allan Poe se preguntará diez años más tarde, 1849, a la hora de su muerte “¿...hay esperanza para un miserable como yo?”

A Edgard Allan Poe y a su obra les esperaban, en el terreno humano, la gloria de la inmortalidad.


La influencia de Poe en Oscar Wilde es innegable. El desdoblamiento de Willian Wilson y el de Dorian Gray, el espejo de Wilson y el retrato de Gray, la vida licenciosa de ambos y sus conciencias separadas, las estocadas a su doble en Willian Wilson y el apuñalamiento del cuadro en Dorian Gray y como ambos al terminar con su conciencia terminan con su vida.
A pesar de esas coincidencias no creo que se pueda hablar de copia o de plagio en absoluto porque las historias de sus protagonistas van por sendas diferentes en su vida y en su estilo literario. Si el mundo literario de Willian Wilson es un tanto barroco o complicado, el de Dorian Gray es abierto, sencillo y predecible, menos su final, posiblemente.
Bienvenida esa inflencia que nos dejó tan grata novela.

Las dos narraciones son únicas e insuperables.


RESUMEN Y NOTAS
“—Has vencido, y me entrego. Pero también tú estás muerto desde ahora... muerto para el mundo, para el cielo y para la esperanza. ¡En mí existías... y al matarme, ve en esta imagen, que es la tuya, cómo te has asesinado a ti mismo!”
“Venciendo, pierdes, porque yo soy tú. Yo soy más tú, que tú mismo. Yo soy tu esencia eterna”

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La historia la cuenta el narrador en primera persona ocultando su verdadero nombre, se hace llamar Willian Wilson; hallándose próximo a la muerte, anhela la piedad de sus semejantes, por eso explica la imposibilidad de escapar a los vicios y bajezas en las que él había caído. “Me gustaría que creyeran que, en cierta medida, fui esclavo de circunstancias que excedían el dominio humano”.
En su infancia ya es presa de caprichos y de vicios, que sus padres, débiles de carácter, no puede encauzar ni educar y explica que:Por lo regular, los hombres van cayendo gradualmente en la bajeza. En mi caso, la virtud se desprendió bruscamente de mí como si fuera un manto.”

Después de este preámbulo sigue la historia de forma cronológica.

Pasa cinco años en un colegio inglés convertido en cabecilla de sus compañeros gracias a la fuerza e ímpetu de su naturaleza. Solo un niño compite en conocimientos, fuerza y liderazgo con él. Un niño que curiosamente se llama exactamente como él, Wiliam Wilson, que ingresa el mismo día que él en el colegio, que nació el mismo día: 19 de enero de 1813, que viste exactamente como él y como él tiene los mismos gestos, solo se le diferencia en que su oponente habla en susurros.
La relación con su tocayo es de enfrentamiento continuo, aunque su doble no pretende nunca la victoria “Es cierto que casi diariamente teníamos una querella, al fin de la cual, me cedía públicamente la palma de la victoria.”
En esta época todavía tenía algo de estima y respeto, mezclado con el miedo, el odio y la curiosidad hacia el otro Wilson y reconoce que, Wilson y yo éramos compañeros inseparables.”

Tiene también un sentimiento lejano y nebuloso de que en algún tiempo pasado había habido un vínculo con él y más tarde aceptará que “...yo habría llegado a ser un hombre mejor y más feliz si hubiera rechazado con menos frecuencia aquellos consejos encerrados en susurros, y que en aquel entonces odiaba y despreciaba amargamente.”

Huye del colegio el mismo día que descubre que Wilson tiene su misma cara, enterándose más tarde que también William Wilson abandonó el colegio el mismo día que él.
Después de algunos meses dedicados a la nada, entra en el colegio de Eaton donde permanece tres años fortaleciendo admirablemente su cuerpo, arraigando sus vicios y despreciando la educación.

Una noche de orgía de vino y “otras seducciones todavía más peligrosas” estando en el delirio de la embriaguez le anunciaron que alguien le esperaba en el vestíbulo. Wiliam Wilson, de nuevo, vestido con las mismas ropas que el narrador le esperaba: “Al verme, vino precipitadamente a mi encuentro y, tomándome del brazo con un gesto de petulante impaciencia, murmuró en mi oído estas palabras:

—¡William Wilson! 

Mi embriaguez se disipó instantáneamente...”

Ingresa en Oxford, la “Universidad, la más disoluta de Europa”. Hace profesión de sus vicios, engañando a todos sus compañeros: “¿Quién, entre mis más depravados camaradas, no hubiera dudado del testimonio de sus sentidos antes de sospechar culpable de semejantes actos al alegre, al franco, al generoso William Wilson, el más noble y liberal compañero de Oxford, cuyas locuras, al decir de sus parásitos, no eran más que locuras de la juventud y la fantasía, cuyos errores sólo eran caprichos inimitables, cuyos vicios más negros no pasaban de ligeras y atrevidas extravagancias?” 

Después de tender las redes a un rico estudiante y dejarle en la miseria con las artes de un tahúr, una sombra de duda se manifiesta en su conciencia:” Difícil es decir ahora cuál hubiera sido mi conducta en ese momento. La lamentable condición de mi adversario creaba una atmósfera de penoso embarazo...”. aparece nuevamente en escena en la confusa luz de la madrugada, Willian Wilson, para desenmascarar públicamente sus trampas:”Señores, no me excusaré por mi conducta, ya que al obrar así no hago más que cumplir con un deber. Sin duda ignoran ustedes quién es la persona que acaba de ganar una gran suma de dinero a Lord Glendinning. He de proponerles, por tanto, una manera tan expeditiva como concluyente de cerciorarse al respecto: bastará con que examinen el forro de su puño izquierdo y los pequeños paquetes que encontrarán en los bolsillos de su bata bordada.”

Deshonrado y despreciado abandona Oxford, pero Willian Wilson no le abandona a él; le seguirá a París, Viena, Roma, Moscú... La huída no era posible. “Una y otra vez, en la más secreta intimidad de mi espíritu, me formulé las preguntas: ¿Quién es? ¿De dónde viene? ¿Qué quiere? Pero las respuestas no llegaban.” 

Nuevamente en Roma, cuando pretendía seducir a la joven y bella esposa de su anciano anfitrión, siente en sus hombros la mano de Willian Wilson y en sus oídos el odiado susurro. Embriagado de alcohol y cargado de ira lo arrastra a otro salón retándolo a duelo de espada. “En pocos segundos lo fui llevando arrolladoramente hasta acorralarlo contra una pared, y allí, teniéndolo a mi merced, le hundí varias veces la espada en el pecho con brutal ferocidad.” Mirando a Wilson agonizante se ve a sí mismo reflejado en un espejo. “Era Wilson. Pero ya no hablaba con un susurro, y hubiera podido creer que era yo mismo el que hablaba cuando dijo:

 —Has vencido, y me entrego. Pero también tú estás muerto desde ahora... muerto para el mundo, para el cielo y para la esperanza. ¡En mí existías... y al matarme, ve en esta imagen, que es la tuya, cómo te has asesinado a ti mismo!”
                                                                                             IR AL ÍNDICE

jueves, 26 de enero de 2017

EDGAR ALLAN POE.


Edgar Poe nace el 19 de Enero de 1809, en Boston. Estados Unidos, hijo de actores de una pequeña compañía de teatro ambulante; su padre, David Poe, abandonó a su familia poco antes de nacer Rosalie, la hermana pequeña en 1810. Su madre, Elisabeth, enferma de tuberculosis siguió trabajando para mantener a sus hijos y murió un año más tarde, cuando el pequeño Edgar tenía tres años.
A su hermano mayor Wilian Henry, dos años mayor que Edgar lo había encomendado a unos parientes y los dos pequeños fueron recogidos por dos señoras caritativas de Richmond.  
Frances Allan, mujer de gran bondad y hermosura que acoge al pequeño lo tratará siempre como al hijo que no tuvo, pero nuca será adoptado legalmente, pues su marido, John Allan, se niega a la adopción, sin embargo lo educa y lo protege con cariño. Para mal de ambos, y sobre todo de Edgar Poe, sus caracteres divergen y tienen, a partir de la adolescencia muchas y graves discusiones.
A la edad de seis años, John Allan y su mujer Frances viajan con él a Escocia e Inglaterra donde permanecerán por cinco años, allí se hace un muchacho ágil y espabilado. Vuelve con once años y con carácter fortalecido. A esta edad comienza a escribir secretamente sus primeros versos.
Con quince años siente un amor platónico e idealizado por Helen Stanard, joven madre de uno de sus compañeros a cuya casa acudía a jugar. Le compone un verso  (1) y ella, agradecida, lo introduce en el mundo de la pasión adulta. Su amor clandestino duró toda la vida de Helen, quien murió en 1824 con treinta y un años dejando al muchacho lleno de dolor y desconsuelo.
Por esta época descubre que John Allan tiene hijos naturales, e intuye que jamás será adoptado y crece su rebeldía ante la autoridad de John. Allan quiere hacer de Edgar un abogado o un comerciante y lo envía a la universidad de Virginia. El nuevo ambiente que se encuentra es de disipación en el juego, el alcohol y los duelos; el carácter rebelde y anárquico de Allan Poe encaja en este escenario y se endeuda alegremente. John Allan se niega a enviarle más dinero que lo indispensable para sus estudios. Mientras la salud de su protectora Frances Allan empeora, se agrava también la relación de John y Edgar. Allan Poe juega y pierde y bebe. Él es hipersensible al alcohol; un poquito le da lucidez y agilidad mental, con el segundo vaso sufre la borrachera más angustiosa de la que tardará días en reponerse.
 La relación entre ambos llega a la ruptura y para sobrevivir se ve obligado a engancharse en el ejército como soldado raso con el nombre de Edgar A. Perry.
Pasados dos años, había firmado por cinco su servicio en el ejército, escribió a John Allan solicitando que aceptase su baja al comprometerse a ingresar en la academia de West Point. John Allan aceptó y le envió un mensaje, “mamá” Frances Allan lo reclamaba a su lado en el momento de morir. Por desgracia le llegó demasiado tarde. No pudo ver su cadáver. Llorando en su tumba, “tan cerca de la de «Helen», tan cerca ambas en su corazón, no pudo resistir y cayó inanimado; los criados negros debieron llevarlo en brazos hasta el carruaje
Por estas fechas toma contacto con su verdadera familia iniciando una relación con su prima carnal por parte de padre, Virginia Clem, con la que se casaría teniendo ella trece años y él veinticinco.
John Allan se vuelve a casar y reconoce a sus hijos naturales; la ruptura con su protector es total, aunque todavía John Allan le ayudó económica e indirectamente en alguna ocasión
Aburrido de la vida en la academia militar, se hace expulsar para no incumplir el juramento. Vino una temporada de escribir mucho, ganar poco y beber más. Se siente deprimido y piensa en el suicidio.
Ayudado por un editor, se mantiene sobrio cierto tiempo y comienza a crecer su fama de escritor agudo y cáustico; el periódico multiplica por ocho su tirada gracias a Poe, sin embargo le expulsan por los efectos que en él hace, de nuevo, la bebida.
Marcha con los suyos a New York y comienza a trabajar por un sueldo de miseria como asesor en una revista de muy baja categoría que él consigue ponerla entre las primeras en tirada. Mejora su economía y sueña con tener su propia revista. Este es un período de creación literaria mu productivo.
En 1842 a Virginia, su joven esposa, se le declara la tuberculosis y él, deprimido de nuevo, vuelve a la bebida hundiéndose en sus terribles consecuencias.  Tiempos de pobreza, de miseria.
En 1844 publica El Camelo del Globo, en el New York Sun, en el que asegura que un globo inglés atravesó el Atlántico, (precursor de La guerra de los mundos de Orson Wells) causa una gran impresión en la gente y llena los vacíos bolsillos de Allan Poe. Coge una casa agradable en las afueras de New York, escribe con regularidad y sus obras se publican rápidamente. En invierno, de vuelta a New York, con una “promoción comercial” extraordinaria lanza la definitiva versión de El Cuervo. La fama diabólica y maldita del escritor, que él promueve, la magia y calidad del poema lo convierten en el exponente del romanticismo literario de Norte América. La agente lo admira; magnetiza al público con la cadencia y melodía de su voz y la expresión de sus grandes ojos negros.

El 1845 es el año de mayor gloria de Poe y también el inicio de su caída moral de forma vertiginosa

En 1847 muere Virginia, su mundo se enrarece por el dolor, el alcohol y el láudano. Tiene varias relaciones femeninas, muchos enemigos y abundantes querellas.

El 29 de septiembre de 1849 alguien lo recogió borracho en una taberna y lo ingresó en un hospital. En un momento de lucidez dicen que preguntó si había alguna esperanza, le dijeron que estaba grave y el rectificó: “No quiero decir eso. Quiero saber si hay esperanza para un miserable como yo.” Ocho días después, el siete de octubre de 1849 moría uno de los grandes maestros mundiales del relato corto.

“Que Dios ayude a mi pobre alma” fueron sus últimas palabras.
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1.- A Helen .-
«Helen, tu belleza es para mí como esas remotas
barcas niceas que, dulcemente, sobre un mar perfumado, traían al
cansado viajero errabundo de retorno a sus playas nativas»,
                                                                                                IR AL ÍNDICE

EL CUERVO. Edgar Allan Poe



Mira delante, mira detrás,
pregunta lo que tú quieras
la misma respuesta tendrás:
"Nunca más". "Nunca más"

....con la cabeza apoyada - Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar, -y ya no usará nunca más!.



-"¡Miserable! me dije -¡Bebe, bebe el dulce filtro,y a Leonor olvidarás!".
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
"Never more"
-Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
-meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
-y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
-como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
-"Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
-sólo eso y nada más."
-¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
-Cada chispa resplandeciente dejaba un rastro espectral.
-Yo esperaba ansioso el alba, pues no había hallado calma
-en mis libros, ni consuelo a la perdida abismal
-de aquella a quien los ángeles Leonor podrán llamar
-y aquí nadie nombrará.
-Cada crujido de las cortinas purpúreas y cetrinas
-me embargaba de dañinas dudas y mi sobresalto era tal
-que, para calmar mi angustia repetí con voz mustia:
"No es sino un visitante que ha llegado a mi portal;
-un tardío visitante esperando en mi portal. Sólo eso y nada más".
-Mas de pronto me animé y sin vacilación hablé:
-"Caballero -dije-, o señora, me tendréis que disculpar
-pues estaba adormecido cuando oí vuestro rasguito
-y tan suave había sido vuestro golpe en mi portal
-que dudé de haberlo oído...", y abrí de golpe el portal:
-sólo sombras, nada más.
-La noche miré de lleno, de temor y dudas pleno,
-y soñé sueños que nadie osó soñar jamás;
-pero en este silencio atroz, superior a toda voz,
-sólo se oyó la palabra "Leonor", que yo me atreví a susurrar...
-sí, susurré la palabra "Leonor" y un eco volviola a nombrar.
-Sólo eso y nada más.
-Aunque mi alma ardía por dentro regresé a mis aposentos
-pero pronto aquel rasguido se escuchó más pertinaz.
-"Esta vez quien sea que llama ha llamado a mi ventana;
-veré pues de qué se trata, que misterio habrá detrás.
-Si mi corazón se aplaca lo podré desentrañar.
-¡Es el viento y nada más!".
-Más cuando abrí la persiana se coló por la ventana,
-agitando el plumaje, un cuervo muy solemne y ancestral.
-Sin cumplido o miramiento, sin detenerse un momento,
-con aire envarado y grave fue a posarse en mi portal,
-en un pálido busto de Palas que hay encima del umbral;
-fue, posose y nada más.
-Esta negra y torva ave tocó, con su aire grave,
-en sonriente extrañeza mi gris solemnidad.
-"Ese penacho rapado -le dije-, no te impide ser
-osado, viejo cuervo desterrado de la negrura abisal;
-¿cuál es tu tétrico nombre en el abismo infernal?"
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
-Que una ave zarrapastrosa tuviera esa voz virtuosa
-sorprendióme aunque el sentido fuera tan poco cabal,
-pues acordaréis conmigo que pocos habrán tenido
-ocasión de ver posado tal pájaro en su portal.
-Ni ave ni bestia alguna en la estatua del portal
-que se llamara "Nunca más".
-Mas el cuervo, altivo, adusto, no pronunció desde el busto,
-como si en ello le fuera el alma, ni una sílaba más.
-No movió una sola pluma ni dijo palabra alguna
-hasta que al fin musité: "Vi a otros amigos volar;
-por la mañana él también, cual mis anhelos, volará".
-Dijo entonces:"Nunca más".
-Esta certera respuesta dejó mi alma traspuesta;
-"Sin duda - dije-, repite lo que ha podido acopiar
-del repertorio olvidado de algún amo desgraciado
-que en su caída redujo sus canciones a un refrán:
"Nunca, nunca más".
-Como el cuervo aún convertía en sonrisa mi porfía
-planté una silla mullida frente al ave y el portal;
-y hundido en el terciopelo me afané con recelo
-en descubrir que quería la funesta ave ancestral
-al repetir: "Nunca más".
-Esto, sentado, pensaba, aunque sin decir palabra
-al ave que ahora quemaba mi pecho con su mirar;
-eso y más cosas pensaba, con la cabeza apoyada
-sobre el cojín purpúreo que el candil hacía brillar.
- Sobre aquel cojín purpúreo que ella gustaba de usar,
-y ya no usará nunca más!.
-Luego el aire se hizo denso, como si ardiera un incienso
-mecido por serafines de leve andar musical.
-"¡Miserable! -me dije-. ¡Tu Dios estos ángeles dirige
-hacia ti con el filtro que a Leonor te hará olvidar!
-¡Bebe, bebe el dulce filtro, y a Leonor olvidarás!".
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
-"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
-¿Del Tentador enviado o acaso una Tempestad
-trajo tu torvo plumaje hasta este yermo paraje,
-a esta morada espectral? ¡Más te imploro, dime ya,
-dime, te imploro, si existe algún bálsamo en Galad!"
-Dijo el cuervo: "Nunca más".
-"¡Profeta! -grité-, ser malvado, profeta eres, diablo alado!
-Por el Dios que veneramos, por el manto celestial,
-dile a este desventurado si en el Edén lejano
-a Leonor , ahora entre ángeles, un día podré abrazar".
-Dijo el cuervo: "¡Nunca más!".
-"¡Diablo alado, no hables más!", dije, dando un paso atrás;
-¡Que la tromba te devuelva a la negrura abisal!
-¡Ni rastro de tu plumaje en recuerdo de tu Ultraje
-quiero en mi portal! ¡Deja en paz mi soledad!
-¡Quita el pico de mi pecho y tu sombra del portal!"
-Dijo el cuervo: "Nunca más".

-Y el impávido cuervo osado aun sigue, sigue posado,
-en el pálido busto de Palas que hay encima del portal;
-y su mirada aguileña es la de un demonio que sueña
-cuya sombra el candil en el suelo proyecta fantasmal;
-y mi alma, de esa sombra que allí flota fantasmal,
-no se alzará...¡nunca más


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jueves, 19 de enero de 2017

DE PROFUNDIS.- Oscar Wilde. 1897

CELDA C 33, DE CÁRCEL DE READING, BERKSHIRE,INGLATERRA














No escribo esta carta para poner amargura en tu corazón, sino para arrancarla del mío. Es la razón de la carta de  más de doscientos folios  que le dirige Oscar Wilde a su amigo Bosie.


Artista de ideas elevadas, Oscar Wilde, hombre de éxito social, carismático y líder en pensamiento, literatura y moda; amoral, o sea, “sin moral”, en la sociedad victoriana, hipócrita, filistea, donde la apariencia lo era todo y donde todo estaba permitido si no era  público, conoció a Alfred Douglas, joven caprichoso, sin carácter, pero hermoso, de 21 años, hijo del marqués de Queensberry que le llevó primero a la ruina económica, el nivel de gastos de Douglas, que siempre pagaba Wilde, era muy elevado, y luego a la ruina social, profesional y espiritual.
La relación entre Alfred  y su padre  era de odio recíproco, y ambos utilizaron al escritor en una lucha indecente. Cuando el marqués dejó su tarjeta en el club de Oscar Wilde con el insulto:
                    
 “For Oscar Wilde posing a somdomite”
                       (Para Oscar Wilde, que presume de sodomita)
fue empujado por Alfred y sus abogados para que denunciara a su padre por difamación. Los abogados de marqués aportaron suficientes pruebas de su vida (¿licenciosa?) y Oscar Wilde pasó de denunciante a ser juzgado por “conducta indecente”, sofisma con el que llamaban a la homosexualidad; fue condenado a dos años de trabajos forzosos y a pagar las costas del juicio. Declarado en bancarrota perdió los derechos de autor de sus obras escritas y de las que en el futuro escribiera.
El artista para quien la vida había sido un paseo por el jardín de los placeres, el lujo y la admiración, hubo de conocer el desprecio, la pobreza y el abandono como un miserable preso común. 
Después de un período de desesperación con deseos de morir, se despertó en él la virtud de la Humildad y disfrutó de una evolución íntima sublime que le hizo disfrutar de las delicias espirituales, muy superiores a los materiales. Es en este momento cuando escribe De Profundis, la carta a su amigo-amante  Bosie. Una carta gloriosa, escrita con el alma, para la liberación de su espíritu y con la intención de liberar también el alma de Alfred: «Viniste a mí para aprender el Placer de la Vida y el Placer del Arte. Acaso se me haya escogido para enseñarte algo que es mucho más maravilloso, el significado del Dolor y la Belleza. Tu amigo que te quiere, Oscar Wilde».
No sabemos si Alfred aprendió el significado del Dolor y la Belleza, del Amor y la Humildad, pero sí que Wilde nos dejó una composición de arte magnífica llena de espiritualidad y trascendencia, una obra inmortal.


NOTAS.-

PROGRESO ESPIRITUAL
ü  Si encuentras una sola excusa falsa para ti, enseguida encontrarás un ciento, y serás exactamente lo mismo que fuiste antes.
ü  El vicio supremo es la superficialidad. Todo lo que se comprende está bien. (Lo repite cinco veces en la carta)
ü  Todo le tiene a uno que venir de su propia naturaleza. De nada vale decirle a nadie algo que no puede sentir y que no puede entender.
ü  Recuerda que el necio a los ojos de los dioses y el necio a los ojos del hombre son muy distintos…El verdadero necio, ese del que los dioses se ríen o al que arruinan, es el que no se conoce a sí mismo.
ü  La base del carácter es la fuerza de voluntad.
ü  En la vida no hay verdaderamente cosa pequeña ni grande. Todas las cosas son del mismo valor y del mismo tamaño.
ü  Las cosas grandes de la vida son lo que parecen, y por esa razón, por extraño que te resulte, a menudo son difíciles de interpretar. Pero las cosas pequeñas de la vida son símbolos. Por ellas es como mejor recibimos las lecciones amargas.
ü  Vine a ser el manirroto de mi propio genio… El deseo, al final, era una enfermedad, o una locura, o ambas cosas. Me hice desatento a las vidas de los demás. Tomaba el placer donde me placía y seguía de largo
ü  Olvidé que cada pequeña acción de cada día hace o deshace el carácter.
ü  Únicamente cuando ha perdido todas las cosas sabe uno que posee su alma.
ü  Estoy completamente sin dinero, y absolutamente sin hogar. Pero hay en el mundo cosas peores.
ü  Porque solo realiza uno su alma desprendiéndose de todas las pasiones ajenas, de toda la cultura adquirida, y de todas las posesiones exteriores, sean buenas o malas.
ü  Es trágico que tan pocas personas posean su alma antes de morir.
ü  Con alma de poeta y cuerpo de mendigo el camino de la perfección no le fue difícil.
AMOR
ü  El Amor se alimenta de la imaginación, que nos hace más sabios que lo que sabemos, mejores que lo que sentimos, más nobles que lo que somos; que nos capacita para ver la Vida como un todo; que es lo único que nos permite comprender a los demás en sus relaciones así reales como ideales. Solo lo bello, y bellamente concebido, alimenta el Amor.
ü  ¿Tú crees realmente que en algún periodo de nuestra amistad fuiste digno del amor que te mostré?, ¿ni que por un instante pensé que lo fueras?.  Yo sabía que no lo eras. Pero el Amor no trafica en un mercado, ni usa balanza de mercachifle. Su dicha, como la dicha del intelecto, es sentirse vivo. El objetivo del Amor es amar: ni más ni menos
ü  Hay un tacto en el amor, y un tacto en la literatura.
ü  Hace unas seis semanas el médico me autorizó a comer pan blanco en vez del pan basto, negro o moreno, del rancho normal de la cárcel. Es una gran exquisitez. A ti te resultará extraño que un pan seco pueda ser una exquisitez para nadie. Yo te aseguro que para mí lo es tanto que al terminar cada comida me como cuidadosamente las migas que puedan quedar en mi plato de lata, o que hayan caído sobre la toalla áspera que se usa como mantel para no manchar la mesa; y no por hambre -ahora me dan de comer bastante y más-, sino simplemente porque no se desperdicie nada de lo que me dan. Así habría que mirar el amor.  
ü  Si algún amor se tiene con nosotros, deberíamos reconocer que somos totalmente indignos de él. Nadie es digno de ser amado, aunque mejor sería decir  que toda persona es digna de amor, salvo la que cree serlo.  
ODIO
ü  En ti el Odio siempre fue más fuerte que el Amor…Tú no te dabas cuenta de que no hay sitio para las dos pasiones en una misma alma.
ü  El Odio ciega. Sutilmente, en silencio y en secreto, el Odio iba royendo tu naturaleza, como muerde el liquen la raíz de una planta ajada, hasta que llegaste a no ver otra cosa que los intereses más ruines y los objetivos más mezquinos. Esa facultad que el Amor habría alentado en ti, el Odio la envenenó y paralizó.
ü  No pensabas más que en la manera de llevar a tu padre a la cárcel. Verle en el banquillo, como solías decir: esa era tu única idea.
ü  Estoy aquí por haber intentado llevar a la cárcel a tu padre.
ü  El Odio te concedió todo lo que querías. Fue un Señor indulgente contigo. Lo es, en efecto, con todos los que le sirven.
ü  El Odio, aun tienes que aprenderlo, es, intelectualmente considerado la Negación Eterna. Considerado desde el punto de vista de las emociones es una forma de Atrofia, y mata todo lo que no sea él mismo.
DOLOR
ü  Tras la Alegría y la Risa puede haber un temperamento grosero, duro y encallecido. Pero tras el Dolor siempre hay Dolor.
ü  Hay momentos en que el Dolor me parece ser la única verdad… en el nacimiento de un niño o de una estrella hay dolor.
ü  Placer para el cuerpo hermoso, pero Dolor para el Alma hermosa.
ü   PECADO
ü  Solo aquel en cuya vida no haya ninguna mancha puede perdonar pecados.
ü  Los pecados de la carne no son nada. Son enfermedades para que las cure un médico, si es que hay que curarlas. Solo los pecados del alma son vergonzosos.
ü  No lamento ni un solo instante haber vivido para el placer. Lo hice hasta el fondo, como se debe hacer todo lo que uno haga.
ü  Los grandes pecados del mundo tienen lugar en el cerebro.



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