viernes, 23 de septiembre de 2016

PLATERO Y YO






Juan Ramón Jiménez (1881 – 1958) 


Aunque se piense que Platero es un libro infantil, Juan Ramón Jiménez nunca escribió para niños porque los niños pueden leer lo que leen los adultos, salvo excepciones que a nadie se le escapan.

El amor que le tengo a la literatura se lo debo a Platero y a mi profesor de lengua y literatura, el padre Ángel, que nos lo ponía como ejemplo de composición literaria.

  NOTAS

1.- ¡Cantad, soñad, niños pobres! Pronto, al amanecer vuestra adolescencia, la primavera os asustará, como un mendigo, enmascarada de invierno.
—Vamos, Platero...
2.- La luna viene con nosotros, grande, redonda, pura.
Platero, no sé si con su miedo o con el mío, trota, entra en el arroyo, pisa la luna y la hace pedazos.
3.- No, Platero, no. Vente tú conmigo. Yo te enseñaré las flores y las estrellas.
4.- -¡El loco! ¡El loco! ¡El loco!
...Delante está el campo, ya verde. Frente al cielo inmenso y puro, de un incendiado añil, mis ojos— ¡tan lejos de mis oídos! —se abren noblemente, recibiendo en su calma esa placidez sin nombre, esa serenidad armoniosa y divina que vive en el sinfín del horizonte...
5.-Mira, Platero, qué de rosas caen por todas partes: rosas azules, rosas blancas, sin color...Diríase que el cielo se deshace en rosas. Mira cómo se me llenan de rosas la frente, los hombros, las manos... ¿Qué haré yo con tantas rosas? - Más rosas... Tus ojos, que tú no ves, Platero, y que alzas mansamente al cielo, son dos bellas rosas. 
6.- Subida en lo más alto del pesebre, la cabra me mira curiosa, doblando la fina cabeza de un lado y de otro, con una femenina distinción.
7.-En una lila, lila y verde, el loro, verde y rojo, iba y venía, curioseándonos con sus ojitos redondos.
8.-…la torre del pueblo, (Moguer)…parecía, de cerca, como una Giralda vista de lejos…
9.- LA PRIMAVERA.-Salgo al huerto y canto gracias al Dios del día azul. ¡Libre concierto de picos, fresco y sin fin! La golondrina riza, caprichosa, su gorjeo en el pozo; silba el mirlo sobre la naranja caída; de fuego, la oropéndola charla, de chaparro en chaparro; el chamariz ríe larga y menudamente en la cima del eucalipto, y, en el pino grande, los gorriones discuten desaforadamente. –
10.- ¡Quién, como tú, Platero, pudiera comer flores..., y que no le hicieran daño!
11.- Son gitanas. Mira sus trajes pintorescos, de lunares y volantes. ¿Ves? Van a cuerpo, no caída, a pesar de la edad, su esbeltez. Renegridas, sudorosas, sucias, perdidas en el polvo con sol de mediodía, aún una flaca hermosura recia las acompaña, como un recuerdo seco y duro...
Míralas a las tres, Platero. ¡Con qué confianza llevan la vejez a la vida
12.- Te he dicho, Platero, que el alma de Moguer es el vino, ¿verdad? No; el alma de Moguer es el pan. Moguer es igual que un pan de trigo, blanco por dentro, como el migajón, y dorado en torno — ¡oh sol moreno!—, como la blanda corteza.
13.-—Platero, no sé si entenderás o no lo que te digo, pero ese niño tiene en su mano mi alma.
14.- Nos entendemos bien. Yo lo dejo ir a su antojo, y él me lleva siempre a donde quiero.
Lo beso, lo engaño, le hago rabiar... El comprende bien que lo quiero, y no me guarda rencor. Es tan igual a mí, tan diferente a los demás, que he llegado a creer que sueña mis propios sueños.
Platero se me ha rendido como una adolescente apasionada. De nada protesta. Sé que soy su felicidad. Hasta huye de los burros y de los hombres...
15.- La chiquilla del carbonero, bonita y sucia cual una moneda, bruñidos los negros ojos y reventando sangre los labios prietos entre la tizne, está a la puerta de la choza, sentada en una teja, durmiendo al hermanito.
16.-El campo está solo con sus árboles y con la sombra de sus árboles. Hay un canto roto de grillo. Una conversación sonámbula de aguas ocultas, una blandura húmeda, como si se deshiciesen las estrellas. . . Platero, desde la tibieza de su cuadra, rebuzna tristemente.
17.- Las niñas comían como mujeres; los niños discutían como algunos hombres. Al fondo, dando el pecho blanco al pequeñuelo, la madre, joven, rubia y bella, los miraba sonriendo. Por la ventana del jardín, la clara noche de estrellas temblaba, dura y fría.
18.- Esta flor vivirá pocos días, Platero, aunque su recuerdo podrá ser eterno. Será su vivir como un día de tu primavera, como una primavera de mi vida... ¿Qué le diera yo al otoño, Platero a cambio de esta flor divina, para que ella fuese, diariamente, el ejemplo sencillo y sin término de la nuestra? –
19.-Sus ojos brillantes eran dos breves inmensidades de sentimientos de nobleza.
20.- Y el alma, Platero, se siente reina verdadera de lo que posee por virtud de su sentimiento, del cuerpo grande y sano de la Naturaleza, que, respetado, da a quien lo merece el espectáculo sumiso de su hermosura resplandeciente y eterna. –
21.-Asnografía, s. f.: Se dice, irónicamente, por descripción del asno. ¡Pobre asno! ¡Tan bueno, tan noble, tan agudo como eres! Irónicamente... ¿Por qué? ¿Ni una descripción seria mereces, tú, cuya descripción cierta sería un cuento de primavera? ¡Si al hombre que es bueno debieran decirle asno! ¡Si al asno que es malo debieran decirle hombre! Irónicamente... De ti, tan intelectual, amigo del viejo y del niño, del arroyo y de la mariposa, del sol y del perro, de la flor y de la luna, paciente y reflexivo, melancólico y amable, Marco Aurelio de los prados...


                                                                                                                    IR AL ÍNDICE

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias,tu comentario será publicado en breve